Tenemos
la regla todos los meses, así que en vez de resignarnos, lo más inteligente es
intentar suavizar al máximo sus molestias y lograr que no interfiera ni en
nuestro humor ni en nuestra vida. Puedes conseguirlo de una forma fácil y
eficaz.
Consejos para que la regla no te afecte
Los síntomas que acompañan a la regla no han cambiado
desde que te pusiste el primer tampón (o la primera compresa).
¿Significa que debes resignarte a sufrirlos mes tras mes?
En absoluto.
En
tus manos tienes estrategias y herramientas para suavizarlos al máximo y
escapar así de sus desagradables molestias.
Así que, despliega tus armas y empieza a utilizarlas
cuanto antes.
Adiós al dolor menstrual
A veces el dolor menstrual es un dolor leve en la parte
baja del vientre o en la zona de los riñones, pero otras se trata de calambres agudos, que pueden
durarte de uno a tres días y que consiguen amargarte la vida: tienes que
cancelar planes, no puedes seguir tu ritmo habitual y, en ocasiones, hasta
debes meterte en la cama.
Si
tu regla es dolorosa es que tu organismo libera más cantidad de prostaglandina,
una sustancia que aumenta las contracciones uterinas y hace que te resulten
dolorosas.
¿Y qué puedes hacer? Adelantarte al dolor.
Cuando
notes las primeras molestias del síndrome premestrual, empieza a tomar un
analgésico que también sea antiinflamatorio (tipo ibuprofeno) cada seis horas.
Te ayudará aplicarte calor
en la tripa: prueba a ponerte un parche caliente bajo las braguitas (los
venden en la farmacia). Pero si no te funciona, consulta con tu ‘gine’ la
posibilidad de tomar un
medicamento que rebaje la producción de prostaglandina o bien de empezar a usar la
píldora anticonceptiva.
¿Y si te duele la cabeza? Muchas mujeres sufren migrañas
asociadas a la menstruación y
debidas a las fluctuaciones hormonales.
Si es tu caso, al primer síntoma tómate el analgésico con
un café caliente: la
cafeína dilata los capilares del cerebro y te ayuda a absorber mejor el
medicamento.
Humor de perros
Desde los días anteriores a que te baje la regla, tu ánimo sube y baja como el balancín del parque:
un minuto estás acelerada y nerviosa y al siguiente te da el bajón y lloras por
bobadas.
Además,
casi todo te irrita, lo que es peligroso porque terminas discutiendo con
todo el mundo (incluido tu chico y hasta tu jefe).
Y es que los vaivenes que sufren los estrógenos y la
progesterona durante la regla afectan directamente a tu química cerebral, lo que se refleja en
estos bruscos cambios de humor.
Prueba
a estabilizarlos con calcio, comiendo más queso y yogur estos días y tomado un
vaso de leche (sí, puede ser desnatada) antes de acostarte. Y no te
saltes el gimnasio: media
hora de cardioejercicio te hará liberar endorfinas que reequilibran tu
química cerebral y hacen que te tranquilices.
Sumado a los cambios de humor, también puedes sentirte falta de energías y más
cansada de lo habitual pero, sin embargo, tardar en coger el sueño.
Sería bueno que los primeros días de la regla (y los del síndrome
premenstrual), despejaras un poco tu agenda y te acostaras algo más temprano. Y que controlaras los dulces y
la cafeína: una o dos tazas al día te ayudan pero a partir de tres
drenan tu energía y aumentan tu insomnio.
Me hincho bastante
Es
normal que te sientas hinchada estos días porque la bajada de estrógenos hace
que tu cuerpo retenga líquido con facilidad. Por eso, no te extrañes
cuando la cremallera de los pantalones no te suba o si parece que toda tu ropa
ha encogido. Para detener
esta hinchazón debes ayudar a que tus riñones eliminen ese exceso de líquido
tomando potasio: come estos días plátanos, espinacas, pescado y pollo,
pero evita el sodio presente en las sopas de sobre, los fast-food, los platos
precocinados, las patatas fritas y los ganchitos y, por supuesto, la sal (que
debes controlar al máximo).
No
bebas más de una copa de vino al día (el alcohol, el picante y el exceso
de cafeína tampoco te convienen) y deja tus modelos más ajustados para otros
momentos del mes.
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