En la historia de la humanidad hay
una persona cuyo nombre es sinónimo de sabiduría, El tercer rey
judío, el legendario gobernante Salomón, quien llevó a su pueblo
a una de sus etapas más prósperas.
Las heridas que te causa quien te quiere, son
preferibles a los besos engañadores de quien te odia
El ignorante,
si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio
si no abre los labios.
Mejor
es no prometer que prometer y no cumplir.
Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por
su trabajo.
Porque si caen, el uno levantará
a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga
no habrá otro que lo levante.
También, si dos duermen juntos se calientan
mutuamente, pero ¿cómo se calentará uno solo?
La mujer sabia construye su casa;
la necia, con sus propias manos la destruye
El que
cava un hoyo caerá en él, y el que hace rodar una piedra,
sobre él volverá
Así que he visto que no hay cosa mejor que
alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque esta
es su parte: porque ¿quién lo llevará para que vea lo que
ha de ser después de él?
Nadie
tiene tanto poder como para evitar la muerte y vivir para siempre.
De la batalla entre la vida
y la muerte nadie se libra, ni siquiera los malvados
El que guarda su boca y su lengua,
su alma guarda de las angustia
Mejor
es el lento para la ira que
el poderoso y el que domina su espíritu que
el que toma una ciudad.
De nada sirven las riquezas el día
de la ira, Pero la justicia libra de la muerte
Como anillo de oro en el hocico
de un cerdo es la mujer hermosa y apartada
de la razón.
El avisado ve el mal,
y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.
Sabiduría
ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere
inteligencia
Cruel es la ira, e impetuoso el furor;
Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los
vivos.
El odio
produce más odio; el amor todo lo perdona
Y he visto que la sabiduría sobrepasa
a la necedad, como la luz a las tinieblas.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas
el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que
un mismo suceso acontecerá al uno como al otro
Aun
en la risa, el corazón puede tener dolor, Y el final
de la alegría puede ser tristeza.
Cuando
viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes
es la sabiduría.
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