Salvando tu alma serás feliz para siempre; pero, si la
pierdes, lo pierdes todo: alma, cuerpo, cielo, Dios, que es tu supremo fin....,
y esto, por toda la eternidad.
Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión
de la Iglesia. No se puede seguirlo en solitario.
Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de
hombre: un corazón que te
ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca.
Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta sino en
saber enmendarse.
Si alguno se inclina hacia las amistades particulares, o
que, aún remotamente, corra peligro en la moralidad, cámbialo prudentemente de
sitio; si fuera necesario, dale otra ocupación; y si pusiera en peligro la
inocencia de algún compañero o de algún alumno, destínalo a otra ocupación y da
aviso oportunamente.
Si
cooperas para salvar un alma, aseguras la tuya propia.
Si existen hombres que excluyen a cualquiera de las
criaturas de Dios del amparo de la compasión y la misericordia, existirán
hombres que tratarán a sus hermanos de la misma manera.
Si la homilía se prolongara demasiado, afectaría dos
características de la celebración litúrgica: la armonía entre sus partes y el
ritmo.
Si
no quieres sufrir no ames, pero si no amas: ¿Para qué quieres vivir?
Si nos alejamos de Dios ¿quién nos garantiza que un día
un poder humano no reivindique de nuevo el derecho a decidir qué vida humana
vale y cuál no?
Si nos atrevemos a creer en la vida eterna, a vivir para
la vida eterna, veremos cómo la vida se torna más rica, más grande, libre y
dilatada.
Si precisas una mano, recuerda que yo tengo 2.
Si
quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.
Si
quieres una vida alegre y tranquila, procura estar siempre en gracia de Dios.
Si sufres con Cristo, reinarás con él; si con él lloras,
con él gozarás; si mueres con él en la cruz de la tribulación, poseerás las
moradas eternas en el esplendor de los santos y tu nombre, inscrito en el
libreo de la vida, será glorioso entre los hombres.
Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo,
inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer en el Señor hasta que
te devuelva la alegría de tu corazón.
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