El
cuello es una parte de nuestro cuerpo que solemos tener olvidada hasta que
empezamos a notar el paso del tiempo, ya que un cuello fino nos da una imagen
mucho más estilizada.
Hay varias cuestiones que influyen en la aparición de la
papada, como el sobrepeso
y la flacidez, pero también hay muchas soluciones naturales para
reducirla progresivamente.
En este artículo te damos las claves para eliminar la
papada de manera natural, realizando unos sencillos ejercicios y siguiendo unos
consejos generales de salud.
¿Hay
sobrepeso?
Cuando la papada no es muy exagerada es posible que sea debida a un
aumento de peso, por lo que el primer paso para combatirla será evitar
seguir engordando y, a ser posible, bajar un poco de peso. Eso lo conseguiremos, por ejemplo,
alimentándonos de manera equilibrada durante el día y reduciendo la cantidad
que comemos en la cena, que es la comida que más nos engorda.
Si éste es el motivo de nuestra papada lo confirmaremos
abriendo la boca, y constatando si efectivamente destaca el doble mentón.
Además, te damos estos otros consejos para ayudarte a
bajar de peso sin grandes sacrificios:
Aumentar
el consumo de alimentos ricos en fibra: fruta, verdura, legumbres,
cereales integrales, frutos secos, semillas.
Reducir
el consumo de alimentos fritos, azúcares, lácteos cremosos, embutidos y pasteleria.
Acompañar
todas las comidas de una ensalada variada.
Beber
un vaso de agua media hora antes de cada comida.
Masticar
bien la comida y comer sin prisas, saboreando los alimentos. Esto nos
ayudará a saciarnos antes y a no comer tanta cantidad.
¿Hay
flacidez?
En
otros casos la papada se debe más bien a la flacidez de los tejidos de la cara
y del cuello, y no tanto al tejido graso. La causa de esta papada está enadelgazamientos bruscos,
el paso del tiempo o cuestiones genéticas.
En este caso deberemos aumentar el consumo de proteína, que es la que da firmeza a
los tejidos. Además de la proteína animal (carne, pescado, huevo, leche) también debemos
comer proteína vegetal (legumbres,
frutos secos, setas, espirulina).
Exfoliación
e hidratación
En
ambos casos es muy importante que no nos olvidemos de exfoliar, hidratar y
nutrir en profundidad la zona, para renovar las células muertas de la
piel y darle firmeza.
Las exfoliaciones las podemos hacer con productos
naturales (sal, azúcar,
bicarbonato de sodio) una vez a la semana.
Frotaremos suavemente la piel humedecida de la papada
haciendo círculos con los dedos, durante al menos un minuto. A continuación
aclararemos, secaremos e hidrataremos.
La
hidratación la haremos cada día, una o dos veces, con aceites vegetales
adecuados para nuestro tipo de piel: coco, almendra, rosa mosqueta, jojoba, etc.
Aprovecharemos este momento para masajear nuestra piel
con este remedio para contribuir a eliminar la papada. Abriremos bien la mano, separando el pulgar y el
índice, y masajearemos la piel de la zona apretando un poco, de arriba hacia
abajo.
Ejercicios
Finalmente,
una parte fundamental para reducir la papada, sea cual sea su causa, es hacer
ejercicios diariamente. Bastará con 10 minutos, pero tenemos que ser
constantes.
Sentada
o de pie, lleva la mirada y la cabeza hacia el techo, levantando la barbilla, y
cuando estés al límite entonces frunce los labios y mantén la posición
durante unos segundos. Notarás como se estira todo el cuello.
Lleva suavemente la cabeza hacia un lado, mantén unos
instantes y luego llévala hacia el otro.
Colocaremos una pelota de tenis debajo de la barbilla y
la sostendremos apretándola contra el pecho. Iremos haciendo presiones y
soltando la fuerza repetidamente.
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