Vives más y mejor cuando
creas la práctica de hacer pausas para tu espíritu y vivir un reencuentro con
la luz.
Es bueno detenerse a saciar la sed del alma y buscar nuevos
horizontes cuando reinan las sombras.
Pero de nada sirve leer
buenos mensajes si no asumes compromisos serios de mejoramiento.
La persona sabia aplica
lo que lee, convencida de que aquel que no practica siembra en el mar y se
engaña.
En el lenguaje del evangelio, contentarse con recibir una
enseñanza es edificar sobre arena.
De ahí que sea tan importante un compromiso y tiene mayor fuerza
si se escribe siete veces y se comparte con otros para que sean buenos aliados.
Siempre da buenos
resultados si se hace con palabras asertivas que hablen de ganancias y se fija
una fecha.
Ejemplo: "Quiero
dejar de beber y lo voy a hacer por mi salud y la de los que amo. Lo lograré en
este mes". Sólo se mejora con firmes compromisos.
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