No
hay que darle más vueltas. Para las enfermedades producidas por el sedentarismo
la mejor solución es el ejercicio y no los medicamentos. Así lo afirma
un fisiólogo estadounidense.
No
tome pastillas, ¡muévase!
Estudios
recientemente publicados por la prestigiosa revista médica The Lancet afirman
que el sedentarismo es responsable del 6 por ciento de los casos de enfermedad
de las arteria coronarias, del 7 por ciento de los casos de diabetes
tipo dos y del 10 por ciento de los casos de cáncer de mama.
Cada día es más común llevar un estilo de vida sedentario. Las personas
prefieren pasar horas sentadas en un sofá, comiendo frente a su televisor,
antes que salir a ejercitarse. No en vano, la epidemia del siglo XXI es la obesidad.
La
falta de actividad física produce condiciones como la diabetes, el colesterol y
la presión arterial alta, por mencionar algunas, que se están
convirtiendo en el pan de cada día en las consultas de los médicos generales.
De hecho, estudios recientemente afirman que el sedentarismo es responsable del 6
por ciento de los casos de enfermedad de las arteria coronarias, del 7 por
ciento de los casos de diabetes tipo dos y del 10 por ciento de los casos de
cáncer de mama en la población mundial.
Las
cifras son alarmantes teniendo en cuenta que de estos padecimientos se
pueden desencadenar aproximadamente cinco millones de muertes al año (en 2008
fueron 5,3 millones).
Por eso, un fisiólogo de la Clínica Mayo en Estados
Unidos, decidió ir a la
raíz del problema y proponer que el sedentarismo se trate directamente como una
patología médica.
Su investigación, recientemente publicada en la revista
“The Journal of Physiology”, ha llamado la atención de algunos expertos que
históricamente han
preferido recetar medicamentos y paliativos temporales, sin enfocarse en la
raíz del problema.
Diversos
estudios han demostrado que los efectos negativos que ocasiona el sedentarismo
se pueden tratar con simple actividad física antes de diagnosticar fármacos o
de entrar en tratamientos más costosos y peligrosos.
Por ejemplo, un estudio reciente demostró que con tres
meses de ejercicio se mejoran significativamente los síntomas del síndrome de
taquicardia postural ortostática (que se refiere al aceleramiento no
proporcional del ritmo cardiaco cuando hacen pequeños esfuerzos físicos).
Sin embargo, esa no es la práctica más común en los
médicos ni en los pacientes. La propuesta del doctor Joyner es diagnosticar, en
primer lugar, un
entrenamiento adecuado para cada paciente y, si este fracasa o no es
suficiente, se consideren las otras medidas.
Las
cifras de las muertes por consumo de tabaco son incluso menores que se
registran por causas relacionadas con el sedentarismo.
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