Para
las personas siguiendo un dieta alcalina es básico conocer acerca del pH en sus
cuerpo. Pues de eso es lo que se trata la dieta, de balancear el nivel de pH
para mantener un cuerpo alcalino y saludable. Pero el conocimiento del nivel de
pH no debe quedarse en lo básico.
Es
recomendado conocer todo lo posible del pH para poder mantener la salud estable
y el cuerpo alcalino sin importar lo complicado que parezca. Es por esto
que este interesando artículo habla de diferentes datos que se deben conocer
acerca del pH. El Dr. Robert O. Young, autor del libro titulado “El Milagroso
pH” habla más allá de los datos básicos y se enfoca en la alimentación alcalina
para un pH balanceado.
Al objeto de nuestro estudio nos llama la atención el
comentario expresado por el Dr. Robert O. Young, afamado microbiólogo y autor
de “El milagroso PH”, quien afirma en su libro: “Cuando los productos de desecho del metabolismo o
ácidos, no se eliminan mediante la orina, la respiración, la sudoración o la
defecación, a fin de proteger la sangre, el cuerpo los deposita en los tejidos
para que luego los elimine el sistema linfático.
Pero cuando este sistema linfático es incapaz de eliminar todos esos residuos
debido a la falta de ejercicio y a una deficiente hidratación alcalina, el cuerpo comienza a
deteriorarse y pudrirse al igual que un plátano”. De aquí se infiere que
un tumor no se presenta como resultado de una enfermedad, sino que por el
contrario, prosigue el Dr. Young, “es un mecanismo protector del órgano,
utilizado para encapsular células dañadas o envenenadas por el exceso de ácido que no se ha eliminado
a través de la micción, el sudor, la respiración o la defecación”.
Seguramente que estos ácidos están muy vinculados a la
generación de los radicales libres que tanto decrepitan nuestros tejidos. Cabe
aquí anotar el efecto tan
adverso que ejerce el azúcar, especialmente el refinado, toda vez que es
el causante de algo que pudiéramos denominar “asfixia celular”, pues al fermentarse en nuestro
organismo, las células cambian su respiración aeróbica realizada por gracia del
oxígeno, hacia una
respiración anaeróbica, en la cual los niveles de energía de la célula
se ven disminuidos en una proporción bien considerable.
En
síntesis debemos afirmar que la buena salud está estrechamente vinculada al
equilibrio del PH en nuestro organismo, cuyo nivel óptimo se ha estimado
entre 7.35 y 7.45, entendiéndose
como ácidas las sustancias menores a 7 y alcalinas las que superan esta cifra,
todo ello dentro de un rango total de 14 mediciones.
El Dr. Young termina diciendo que la mejor forma para rebajar la acidez en
nuestro cuerpo, se consigue con la adopción de buenos hábitos alimenticios y
muy especialmente a través de una dieta rica en frutas y verduras. En
este sentido él afirma textualmente: “Cuando seguimos un estilo de vida alcalino y una dieta
alcalina, comenzamos a eliminar adecuadamente los ácidos metabólicos de
nuestros tejidos y órganos, y podemos así llevar una vida larga y
saludable, libre de malestar y enfermedades”.
Los
minerales como el potasio, el calcio, el sodio y el magnesio, forman reacciones
alcalinas en el cuerpo y se encuentran principalmente en las frutas y las
verduras. Contrariamente, los alimentos que contienen hierro, azufre y
fósforo como las carnes, el huevo, los lácteos y los frutos secos, son
promotores de acidez.
El problema no consiste en acoger unos y descartar otros,
porque los ácidos en
cierta medida también son indispensables para el organismo, ya que su
acción está muy relacionada con el aporte vitamínico, proteínico, el suministro
de grasas y de fibras.
Lo
ideal es que nuestra alimentación esté compuesta por un 20 o 25% de alimentos
ácidos y un 75 u 80% de alimentos alcalinos. Ahí radica el verdadero
secreto de la salud. Sólo así podremos ir creando paulatinamente un ambiente
equilibrado al interior de nuestro cuerpo, de tal manera que nos proteja de la
enfermedad y el deterioro celular. Justamente esta es una de las principales virtudes de las frutas, ya
que ellas en su mayoría son de naturaleza alcalina, y no obstante que
algunas como los cítricos presentan un sabor ácido, su efecto en el organismo
una vez que han sido metabolizadas, resulta completamente básico o alcalino.
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