Las
picaduras de los insectos producen un escozor difícil de aliviar, pero no imposible. Estos recursos, cien por
cien naturales, te ayudarán a reducir el picor, mantener la inflamación bajo
control y prevenir posibles infecciones ¡Pruébalos!
El
gel de ALÓE VERA calma la irritación
Tener una planta de áloe vera cerca puede ayudarte a
solucionar más de un problema este verano. Y es que el gel que exudan las hojas
más carnosas de está planta además de calmar la piel enrojecida por el sol,
ayuda a reducir la hinchazón y a calmar la irritación de las picaduras de
insectos. Para aumentar sus efectos, aplícalo bien frío, cuantas veces sea
necesario.
La
CEBOLLA, un recurso muy util
Tanto si la picadura es de mosquito como si es de abeja,
a la menor señal de picor o
enrojecimiento, coloca una fina rodaja de cebolla sobre la zona de la piel
inflamada o bien aplica un poco del jugo de este bulbo con un algodón.Si no
tienes cebolla a la mano, pasa
suavemente por la piel una rodaja de limón o un diente de ajo partido por la
mitad.
MENTA,
en tu botiquín de primeros auxilios
Muchos de los bálsamos que se aplican para
aliviar el escozor de una picadura contienen mentol, uno de los activos más importantes de la menta. La
mejor forma de aprovechar sus propiedades utilizando el aceite esencial de esta
planta. Esta loción anestesiante actúa sobre las terminaciones nerviosas que
general el dolor, haciendo que la señal de escozor quede atenuada. Comprueba
sus efectos diluyendo 1-2 gotas de esta esencia en una cucharadita de aceite de
caléndula y extiende sobre cada uno de los granitos. Otra opción a tu alcance
es aplicar un cataplasma de hojas de mentas chafadas o la infusión concentrada
de esta planta.
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