Cuando
un chico está lleno de preocupaciones (sobretodo referidas a su trabajo o
cuenta bancaria), su líbido es el primero afectado (sí, quisieramos que sea su
adicción a los juegos de video, pero desafortunadamente no es algo que pueda
elegir).
Es el estrés pero también un aspecto de la
evolución: "cuando un
hombre entra en pánico porque siente que no puede proveer a su potencial
familia, entonces no va a sentir lo mucho que es, lo que deriva en su deseo
sexual", dice Berman, PsyD.
Si de pronto ves que está salteándose el sexo
varias noches durante la semana, o no puede satisfacerte ocasionalmente, dirige el énfasis fuera de la
habitación y mímalo con masajes de cuello, cariños en su espalda, largos besos,
es decir, cosas que sientan increíbles fisicamente y que lo ayuden a
desestrezarse para que luego te pida volver entrar a la habitación.
También,
dale tiempo al final del día para que hable sobre sus preocupaciones (descargas las tuyas también). Dejar que se desahogue apenas llegue a
la casa luego del trabajo, generará que esté en la cama después.
¿Algunas semanas han pasado y él sigue sin
mostrar cambios? Saca el tema a flote de una manera positiva. "Cuando se
están relajando luego de la cena alguna noche, dile "Tú sabes lo bien que me haces sentir en la
cama, pero ultimamente, parece que estás demasiado tenso como para
hacerlo", sugiere Thomas, PhD, especialista en psicología de
parejas en Los Ángeles. Luego añade "¿Hay algo que yo pueda hacer para que
todo vuelva a la normalidad?"
Decirlo
como algo que ambos pueden manejar juntos (al igual que algo que no depende de
ninguno de los dos, como el estrés que no puede controlar), salvará su ego sexual.
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