DESPEDIR A UN EMPLEADO POR JUSTA CAUSA

El despido justificado de un empleado está amparado por la Ley y cuando ocurre se debe a una falta “imperdonable” que ha cometido el trabajador.

El despido justificado no da derecho a indemnización.

CAUSAS PRINCIPALES

Si se descubre que el empleado ha presentado certificados falsos para su admisión al puesto, lo que se constituye en engaño.

Agredir físicamente o insultar algún compañero, al jefe, a directivos, incluso a familiares de alguno de estos dentro o fuera de las instalaciones de la empresa. 

Si un empleado causa daños materiales intencionalmente a los edificios y demás objetos relacionados con el trabajo o por descuido o negligencia también. Si ha puesto en riesgo la vida de los demás y el capital de la empresa.

Si en el lugar de trabajo se comenten actos delincuenciales o inmorales.

Si el trabajador es  detenido por otros pleitos por más de treinta días puede ser despedido a menos que posteriormente sea absuelto.

Si se descubre que el trabajador revela los secretos técnicos o comerciales o da a conocer asuntos de carácter reservado de la empresa.

Si la capacidad del trabajador no se ajusta con el rendimiento promedio en las labores y no las corrige cuando se le haya requerido mejorar en un plazo determinado.

Tener algún tipo de vicio o adicción que afecte a los demás.

Si el trabajador se niega a aceptar las medidas preventivas o recomendadas por las autoridades para evitar enfermedades o accidentes.

Si el empleado llega a adquirir una enfermedad contagiosa o crónica que no sea profesional o sufre una lesión que lo incapacite para el trabajo y en seis meses no se recupere ni de la enfermedad ni de la lesión puede darse por terminado el contrato, pero la empresa deber pagar las prestaciones e indemnizaciones.

Si el empleado incumple con pactos hechos con organizaciones colectivas como sindicatos, o lo estipulado por el reglamento de la compañía, puede ser despedido, por lo que es recomendable leer muy atentamente el Reglamento Interno de la empresa.