Estos
consejos para pensar como un psiquiatra son un práctico resumen para ver a
través de las máscaras que se pone la gente.
La
brecha grande que existe entre la psiquiatría y la cultura popular es algo que
he considerado verdaderamente desafortunado. Los psiquiatras son por lo general vilipendiados
en los espectáculos, en los medios de comunicación y dentro del pensamiento
común; también nuestros pacientes son estigmatizados.
Sin embargo estos consejos para
pensar como un psiquiatra lo harán cambiar de opinión.
Hasta cierto grado hemos recibido lo que merecemos. Hemos permitido
que el público nos vea
como simples receta-pastillas y que considere insignificante nuestro
poco común sentido cuando éste se aplica en cada momento de la vida de cada
persona. No haber educado a los pacientes y al público en general acerca de los profundos
principios de la conducta humana es lo que nos ha aislado de nuestras
comunidades. La
mayoría de los pacientes se acercan al psiquiatra porque reconocen que en
alguna medida sus percepciones contienen algunas distorsiones, usualmente
defensivas. Por ejemplo, una señora de 40 años puede empezar su primera
sesión quejándose de una «depresión biológica» y exigiendo Prozac. Al cabo de
una hora, sin embargo, reconocerá que su estado de ánimo se debe en gran parte a los diez
años de rechazo por parte de su esposo a tener relaciones sexuales con ella. Consejos para pensar como un psiquiatra, bajo
la lógica freudiana En la práctica yo he ensayado una especie de psicoterapia
educacional, explicándoles
simplemente a los pacientes qué están haciendo y por qué lo están haciendo.
El resultado ha sido notablemente efectivo y catalítico, al apresurar el
proceso de psicoterapia. Estos
consejos para pensar como un psiquiatra pueden ayudar al público en general a
ahondar en el conocimiento de las apariencias sociales y a entender las
profundas luchas de las personas que lo rodean y las de ellos mismos.
Las ideas y los principios pueden ser presentados directamente sin utilizar la
jerga que usan los psiquiatras en sus discusiones profesionales. Hacer esto en
una forma comprensiva y enfática puede conducir a ampliar el vocabulario del
público, lo cual resultará en una mayor aceptación de ciertas verdades psicológicas
básicas. La esencia de lo
que nosotros los psicoterapeutas hacemos, es despojar a la persona de sus
estrategias protectoras. Si se entienden estas estrategias y se
identifican los puntos fundamentales de los cuales la gente tiende a defenderse, podrá verse a
través de las personas y, en una extensión menor, a través de uno mismo. En estos consejos para pensar
como un psiquiatra son algunos principios generales de la materia.
Domínelos,
y usted podrá aumentar notoriamente en algunos casos su comprensión del mundo
que lo rodea. Podrá ver a través de la gente, leerá sus mentes como un libro
abierto.
1.
Para saber qué tan emocionalmente sano está alguien observe sus relaciones
íntimas Personas bien parecidas, atléticas, carismáticas, confiadas, ricas
o inteligentes, no son siempre emocionalmente sanas. Por ejemplo,
cronológicamente son adultas, pero emocionalmente son niños de dos años. No
puede hacerse una valoración exacta y profunda de alguien que no se aprenda a
distinguir entre sus cualidades físicas y superficiales y las emociones
significativas. Hay por lo
menos tres consejos para pensar como un psiquiatra que deben conocerse: La más
importante, qué tan duraderas y confiables son sus relaciones íntimas actuales.
Luego, cuánto hace que tiene su actual trabajo y qué conflictos negativos
experimenta allí. Finalmente cómo fueron las experiencias de su infancia; ¿se
entendía bien con su familia?
2.
La crianza que uno recibió de los padres determina la autoestima. Las
madres no son las culpables de todos los problemas de nuestros pacientes. Simplemente una crianza
saludable y estable por parte de la madre es un fuerte amortiguador contra una
gran cantidad de patologías.
3.
Su relación con los demás depende del trato con su familia durante la
etapa de crecimiento. Básicamente todos llevamos para siempre a nuestras familias en nuestras mentes.
Durante toda la vida tendremos la tendencia a actuar como cuando éramos niños o
como actuaban nuestros padres.
4.
Todos actuamos para un público que tenemos escondido dentro de nuestras
cabezas: mamá y papá. Con
frecuencia se ven personas que actúan en forma extraña en sus relaciones
interpersonales. «¿De dónde viene eso?». Proviene de un libreto oculto que fue
impreso en la cabeza de esa persona. Está reaccionando ostensiblemente hacia
ustedes, pero en su cabeza está reaccionando hacia su madre. De hecho, mientras
menos recuerde su infancia, más actuará sin inhibiciones hacia usted. Por eso
en estos consejos para pensar como un psiquiatra intente recordar su niñez.
5.
La gente que afirma no recordar su niñez está por lo general emocionalmente
perturbada Individuos físicamente saludables que no pueden recordar su juventud,
frecuentemente han sufrido algunas dolorosas experiencias que sus mentes están
tratando de borrar. Como resultado no saben quiénes son. Tienen lo que los
psiquiatras llaman un sentido de identidad disminuido.
6. A
veces a las víctimas les gusta ser agresores y a los agresores víctimas.
Cuando una persona se ve obligada a asumir una posición pasiva, se vuelve más activamente
agresiva. Entre los consejos para pensar como un psiquiatra, en este le
recomendamos anotar estos cambios de humor y comprobar si le sucede así.
7.
Existe una mente inconsciente que básicamente determina su vida, desde el
trabajo que escoge hasta con quien se casa. Todos los sentimientos que
uno tiene acerca de sí mismo, de los padres y de la familia están enterrados en esa mente
inconsciente, lo mismo que unos temores profundos de los cuales
trataremos más adelante. Cuanto
más consciente se es de la mente inconsciente, más libertad se tendrá.
8.
El sexo es decisivo, no importa lo que digan los demás El sexo ha dejado
de ser el factor más importante del comportamiento humano. Hoy, los sentimientos, los
pensamientos y las emociones desempeñan un mayor papel. Sin embargo, el
funcionamiento y la
historia sexual dicen mucho acerca de cómo realmente es una persona.
9.
Siempre que tenemos en un mismo cuarto a dos mujeres o a dos hombres hay
tensión homosexual. Todo el mundo tiene impulsos heterosexuales y
homosexuales, lo que varía es la manera de manejarlos, según estos consejos
para pensar como un psiquiatra. El solo hecho de tener un impulso o una idea
homosexual no afecta la orientación sexual de la persona; la definición se hace
no por los impulsos sino por el comportamiento. En nuestra sociedad, los que están en contra del
homosexualismo son quienes se sienten incómodos con sus impulsos homosexuales.
10.
En algún momento, generalmente entre los cuatro y los seis años, los niños
tienden a ser sexuales con el padre del sexo opuesto. Casi todo el mundo
se incomoda con el pensamiento de sus padres teniendo trato carnal. Esto es
porque existe una resistencia significativa hacia los propios recuerdos que
involucran sentimientos sexuales hacia los padres. Esto no significa, sin
embargo, que tengan que recordarse los impulsos sexuales hacia uno de los
padres como emocionalmente sanos. De hecho, uno de los asuntos más comunes con los cuales tiene que
enfrentarse un adulto es con el conflicto de su represión incompleta sobre este.
11. Existe algo así como la ansiedad de castración, Es el temor esencial más
aterrador que tiene la gente, pero es emocionalmente importante.
12.
Las mujeres están lejos de tener tanta envidia del pene como los hombres.
Los hombres se preocupan mucho por qué tan grande es su pene y qué tanto
penetra. Nunca se
investiga este tema porque incomoda a la gente, pero es importante. Hay
más mitología sobre este tema de lo que jamás escribieron los griegos.
13.
El complejo de Edipo es lo que mantiene a los psiquiatras activos.
Aunque el común de la gente tiende a pensar solo en el aspecto sexual del
complejo de Edipo, este en
realidad se reduce a la competencia. Se refiere a ser más grande, más
rico, más poderoso, ganador o perdedor. Los sentimientos alrededor de él son universales e
intensos. Pasar por las variadas fases del desarrollo psicológico -oral,
anal y de Edipo- nos
enseña cuestiones clave: * Sentirse estable, seguro y moderadamente dependiente
de otros. * Mandar. * Sentirse capaz de competir exitosamente, y
sentirse como hombre o mujer.
14.
Todo el mundo en el fondo es igual; quiere satisfacer profundas
necesidades similares y apaciguar temores ocultos En general todo mundo parece
desear dinero, poder, admiración y gratificación sexual. Las personas quieren sentirse
amadas y seguras. Según este principio, el dinero y la inteligencia no
nos protegen; solo la salud emocional nos mantiene estables. Los sentimientos acerca de uno
mismo y la estabilidad de las relaciones íntimas son lo único que importa.
15.
Las personas con frecuencia hacen lo contrario de lo que sienten, especialmente
cuando están enfermas Por eso en estos consejos para pensar como un
psiquiatra le decimos que la mejor defensa es una buena ofensa. Cuando la gente actúa en forma
egoísta su sentimiento subyacente es que ellos son impotentes.
16.
Nosotros distorsionamos la realidad dentro y fuera de nuestras mentes para
lograr sobrevivir. Las distorsiones de nuestro
mundo interior son comunes. La regresión, una de las más intrigantes defensas,
significa actuar como un niño para evitar el mundo real. Las
distorsiones externas pueden conducirnos a serios problemas. La negación puede
ser fatal ya sea que involucre el abuso del alcohol o una manada de elefantes
al ataque. El desprecio es útil cuando queremos insultar a alguien pero puede
ser nocivo. Por ejemplo, por considerar a un profesor un «total imbécil»
podemos dejar de percibir las partes importantes de su conferencia. El idealizar o colocar a la
gente en un pedestal puede herirnos al descubrir que no son lo que esperábamos.
El proyectar los sentimientos hacia los demás es una distorsión defensiva
común. Sentimos culpables es doloroso, así que preferimos pensar que los demás
están disgustados en vez de reconocer nuestra culpabilidad. ‘Yo sé que estás bravo porque se
me olvidó tu cumpleaños, no lo niegues». El dividir nuestra visión del
mundo entre los buenos y los malos es una distorsión.
17.
Para triunfar en el mundo de los negocios se requiere una manifestación de la
personalidad que destruirá sus relaciones íntimas. He estado diciendo
que no es sano esforzarse permanentemente para compensar nuestros sentimientos
de inferioridad e impotencia. Sin embargo, los que se esfuerzan son los que
logran poder y éxito en el mundo. Para lograr salud emocional, estos
«triunfadores» tienen que dejar su personalidad de trabajo y convertirse en
seres normales antes de traspasar el umbral de sus casas. Es indispensable que el carácter
capitalista, empujador, apresurado y adquisitivo no entre en el reino de las
relaciones íntimas. Aquellos que logran lo mejor de ambos mundos
-carrera y relaciones- son los que comprenden que el éxito en el sitio de
trabajo no suple la falta de éxito en el hogar.
18
.Como se enfrente la muerte es usualmente igual a como se enfrente la vida Hay
que entender que la muerte es algo natural. Si al final de sus días está
tranquilo y orgulloso de lo que hizo muy bien. Pero si tiene miedo a la muerte
es porque en el interior no la aprovechó como debía.
19.
Aun en un corto tiempo, la manera como la gente se comporta con usted puede
indicarle bastante acerca de sus asuntos íntimos. La manera de
despedirse puede decirle a usted mucho sobre la estabilidad emocional y sobre
el carácter de una persona. Los que nos agarran y se despiden en forma
interminable usualmente tienen problemas profundamente arraigados con la
separación. Por supuesto, todos tenemos problemas con la separación en mayor 0
menor grado. Los que venimos de hogares estables y calurosos tenemos un manto
de seguridad lleno de recuerdos amables, sin el cual estar solos o despedirnos
podría ser un infierno. Un extraño que cuenta la historia de su vida en la
primera entrevista, aunque sea con el psiquiatra, probablemente está
emocionalmente enfermo porque no hay frontera entre uno y otro, y debe haberla.
Después de todo, él está ante un extraño. Vea también: Deje el miedo de ir al
psicólogo con estos consejos
20.
Escuche con su tercer oído Uno de mis tutores en el Centro Médico de
Duke University definió una vez al tercer oído así: “Mientras se está
escuchando lo que dice el paciente, con el tercer oído se escucha el porqué lo
está diciendo”. Los psiquiatras escuchan de una manera inimitable. El médico de
la familia examina los oídos con otoscopio, el psiquiatra examina los
sentimientos con él mismo como herramienta. Si nos sentimos de una cierta
manera, es probable que el interlocutor esté tratando de hacernos sentir así.
Usted tiene que estar emocionalmente estable para poder ser esa herramienta
examinadora. Uno de los mejores consejos para pensar como un psiquiatra. Cuando
logra identificar lo que está sintiendo, el próximo paso es identificar el
porqué. Generalmente hay dos razones. Primero, puede ser porque usted está
razonando lo que está sintiendo la otra persona. Segundo, porque usted está
siendo sutilmente inducido a desempeñar un papel emocional complementario en
una escena que por lo general tiene un guion oculto.
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