Lo
que comemos a diario también influye en la forma como nos sentimos.
Consejos de especialistas.
Los
especialistas recomiendan comer frutas porque sus sabores, colores y texturas
tienen un efecto positivo en el estado emocional. Pero sin exagerar, por el
azúcar que contienen.
Las
personas no siempre dimensionamos el poder que tienen sobre nosotros los
alimentos que ingerimos a diario. Así es: no solamente afectan nuestra
salud, sino que también son
capaces de alterar nuestro estado de ánimo.
Por tanto, si viene con un bajón de ánimo desde hace
días, a lo mejor debería
replantearse (entre otras cosas) cómo se está alimentando. Dime qué comes, y te diré cómo
te sientes.
“Los
alimentos, de acuerdo con su composición, tienen propiedades de estimular los
sentidos (ver, oler, degustar, tocar y escuchar) y los receptores, y envían
mensaje al cerebro y al sistema nervioso, dando como respuesta emociones, sean
positivas o negativas, de acuerdo con la experiencia propia como aprendida”,
afirma la nutricionista experta. Un ejemplo, agrega, es el sabor dulce que
generan las dopaminas, que dan sentido de placidez.
“En
general, frente a estados de angustia o mal humor recurrimos a alimentos con
almidón, azúcar y grasa que nos dan sensación de alivio inmediato, pero
a largo plazo pueden provocar malestar y angustia. Al tener un índice glucémico
alto, provocan picos de azúcar en sangre que suelen elevar hormonas como la adrenalina, elevando
también el estrés.
Asimismo, una dieta rica en grasas saturadas puede afectar el funcionamiento
normal del hipotálamo, promoviendo la aparición de síntomas asociados con la
depresión”, aclara la licenciada en nutrición.
Frente
a un estado de angustia o depresión, se deben evitar alimentos ultraprocesados,
comida chatarra y exceso de productos de panadería, generalmente ricos en
azúcar, grasa saturada e hidrogenada.
Según la experta, el exceso de estos alimentos desestabiliza los niveles de
azúcar, lo que provoca ansiedad y cambios de humor.
No
se engañe, su cuerpo no necesita azúcar
El
café y el té en grandes cantidades estimulan el sistema nervioso y causan
cambios en la química cerebral. Las bebidas gaseosas con alta
concentración de azúcar, los energizantes y el alcohol sobreactivan el organismo,
causando ansiedad, estados
de ánimo cambiantes, nerviosismo e insomnio. Para tener buen ánimo, ¿qué
deberíamos comer?
Es
importante consumir carbohidratos complejos (granos enteros, maíz y vegetales),
y no carbohidratos simples (galletas dulces, por ejemplo). Estos últimos
producen una explosión rápida de energía, porque aumentan el azúcar en la
sangre (el famoso ‘sugar rush’). Sin embargo, ese pico energético es efímero.
En cambio, los
carbohidratos complejos proporcionan un efecto más duradero.
Pardo, por su parte, recomienda las frutas por sus aromas, sabores, colores y
texturas, que dan efecto de frescura y naturalidad y por ello tienen efecto
positivo en el estado mental y emocional. “Otro ejemplo son las especias
como la canela, la
vainilla y la yerbabuena, que por sus aromas relajan, armonizan energía
interna y dan bienestar”.
En general, frente a estados de angustia o mal humor recurrimos a alimentos con
almidón, azúcar y grasa, que dan sensación de alivio inmediato, pero a largo plazo pueden
provocar malestar y angustia
Cuatro
conceptos claves
1.
Dopamina y noradrenalina. Se liberan tras comer proteínas (carnes, aves, lácteos y
legumbres). Estos químicos aumentan el nivel de energía, mejoran la
concentración y permiten estar más alerta. Es aconsejable optar por proteínas magras,
que no solo son mejores para el corazón, sino más fáciles de digerir. Además, luego de comerlas
no lo hacen sentir pesado, como sucede con los fritos o alimentos con alto
contenido de grasa.
2.
Acetilcolina. Se produce a partir de una vitamina B llamada colina presente en el germen de trigo y
los huevos. Influye en el aprendizaje, la memoria y el estado de ánimo.
3.
Magnesio. “Es un mineral que no puede faltar, ya que su carencia provoca
dolor de cabeza, fatiga, ansiedad e insomnio. Por eso se deben incluir en la
dieta frutos secos, palta o semillas de calabaza, que son ricas en este
nutriente”, sugiere Moreiro.
4.
Omega 3. Es importante consumirlo para regular el estrés y se encuentra
presente en pescados como el salmón, el atún, la anchoa y las sardinas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios