RECOMENDACIONES
DE UN SACERDOTE
Longenecker,
párroco de Our Lady of the Rosary en Carolina del Sur (Estados Unidos) propone
algunas iniciativas para abandonar el chisme, acción que destruye al hombre a
través de la calumnia, la murmuración y la mentira.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, en su numeral
2507, “el respeto por la reputación y el honor de las personas prohíbe toda
detracción y calumnia en palabra o actitud”.
En ese sentido, el P. Dwight autor de varios libros
católicos, entrega en un artículo publicado en el National Catholic Register, 10 maneras de detener el chisme
ya sea en la escuela, trabajo, familia o vida parroquial.
“Casi
siempre los chismes se tratan de medias verdades. Una persona obtiene un
lado de la historia y una parte de la verdad, luego saca la conclusión
equivocada y le dice a otra persona. La mentira se vuelve exagerada y se extiende aún más. En poco
tiempo las personas
inocentes son arrastradas a una vorágine de chismes, insinuaciones y mentiras”,
sostiene.
Aquí
las 10 maneras propuestas por el sacerdote para detener el chisme:
1.
No creer en nadie y creer en todos
“En otras palabras, cree lo que la persona te ha dicho.
Realmente piensan que lo que han dicho es verdad y desde su punto de vista es
cierto. Sin embargo, recuerde que siempre, siempre, siempre hay otro lado de la
historia. Por lo tanto, no les creas. Detente y muerde tu lengua”, sostiene el
párroco.
2.
Reunir todos los hechos
El sacerdote indica que no se debe tomar la palabra de
nadie reunir los hechos que en realidad ocurrieron, sino averiguar “realmente
con tantas personas como sea posible”.
3.
Ir a la fuente
“Por el amor de Dios, tenga el coraje, la gracia y el
sentido común para ir a la fuente. Si Mildred habla sobre George, ve
directamente a George para averiguar los hechos”, afirma el P. Dwight.
4.
Dar a todos el beneficio de la duda
El presbítero sostiene que siempre es bueno creer lo
mejor y no lo peor, es decir, que “si escuchas algo malo acerca de alguien,
imagina por qué lo hicieron (si realmente lo hicieron) y cuáles podrían ser sus
buenas motivaciones”.
5.
Callarse
“No tienes que hablar y contarle todo a todo el mundo.
Incluso un tonto es considerado sabio si mantiene la boca cerrada. Habla la
mitad de lo que escuchas”, aconseja el P. Dwight.
6.
Desafiar los chismes
El sacerdote indica que uno no debe ser crédulo y
preguntar directa pero dulcemente a la persona: “¿De verdad sabes si esto es
cierto?”.
7.
Desafiar el chisme con dureza
“¡Lo que me estás diciendo es un chisme sucio y
destructivo! ¡Me niego a creerlo y creo que deberías mantener la boca
cerrada!”, es otra opción que da el párroco, quien asegura que esta no gustará.
8.
Fijar los ojos en la verdad
“¿Por qué perder el tiempo en chismes tontos e
inútiles?”, pregunta el P. Dwight.
9.
Enfocarse en los demás
El P. Dwight intenta pensar cómo piensan quienes propagan
los chismes: “¿Sabes por qué te gustan los chismes? Porque te hace sentir
superior. Chismeas negativamente sobre otros porque piensas que eres mejor que
ellos. Entonces envenenarías y destruirías sus vidas para sentirte bien por un
momento”.
10.
Orar por las personas involucradas
El presbítero concluyó que debe ofrecerse una
oración por quienes propagan el chisme diciendo “Señor, ten piedad”.
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