Había un burro atado a un árbol; vino el demonio y lo soltó.
El burro entró al huerto de
los vecinos y empezó a comerlo todo. La mujer del campesino lo vio, tomó su
rifle y disparó.
El propietario del burro oyó el disparo, salió, vio a su burro muerto y
se enfadó, tomó su rifle y disparó a la esposa del campesino. Al regresar, el
campesino encontró a su mujer muerta y mató al dueño del burro, los hijos del
dueño del burro al ver a su padre muerto, quemaron la finca del campesino.
El campesino en represalia los
mató.
Y preguntaron al demonio que
es lo que había hecho. Éste respondió: "Nada, sólo he soltado al
burro."
Moraleja: si quieres destruir una comunidad, suelta a los burros. ¿Será que el burro ya está suelto?
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