El término “ataque de nervios” se utiliza para describir
una situación estresante en la cual una persona es temporalmente incapaz de
funcionar normalmente. Puede ocurrir cuando el estrés se vuelve física y
emocionalmente abrumador. El desglose nervioso no es un término médico,
pero muchas personas lo usan para describir un colapso mental causado por
depresión, ansiedad o estrés.
El estrés a largo plazo cobra factura en nuestros cuerpos
y nuestras mentes. Hay
un límite a cuánto podemos soportar. Al aprender a reconocer los signos de un ataque nervioso,
puede ayudarte a obtener ayuda antes de llegar al fondo del colapso. Y
para ti y para alguien cercano que está padeciendo de estos síntomas, es
importante que consideres que
nunca se debe menospreciar este estado, puesto que puede derivar a problemas de
salud mental más severos.
1. Latidos irregulares del corazón previos a un ataque de
nervios
Un colapso nervioso puede ir acompañado de un latido
cardíaco irregular. Puedes sentir tu corazón latir contra tu pecho y será difícil respirar.
También puedes empezar a
sudar. Un ataque de
pánico tiene síntomas similares a un colapso nervioso. Practica respiraciones profundas
con inhalaciones y exhalaciones prolongadas, y haz estiramientos para abrir el pecho.
2. Falta de concentración
El estrés crónico afecta tu capacidad de atención
y tu capacidad de concentración. La constante falta de concentración hace que sea difícil realizar
las funciones normales todos los días. En casos severos, la hormona del
estrés, el cortisol, puede
afectar la memoria. Es
importante reconocer cuando tus niveles de estrés están llegando a un nivel
alto, y hacer un esfuerzo para reducirlos.
El estrés crónico también puede causar dolores de cabeza.
La retención del estrés afecta el interior y el exterior del cuerpo. Los músculos del cuello y los
hombros pueden volverse rígidos, y es posible que te notes más decaído.
El estrés afecta a los músculos, especialmente alrededor de la cabeza y el área del cuello. Los
dolores de cabeza de tensión constante, puede ser una señal de que tu estrés se vuelve abrumador.
4. Problemas de sueño
La falta de sueño es una de las causas más comunes de
estrés mental. Sin un sueño adecuado, tu cuerpo y mente no son capaces
de funcionar correctamente. Los síntomas del insomnio incluyen estar acostado pero despierto por largos
periodos de tiempo antes de dormirte, intervalos cortos de sueño, estar despierto durante la mayor
parte de la noche y la abrumadora sensación de no haber dormido en absoluto.
5. Ansiedad como antesala a un ataque de nervios
La ansiedad ocasional es común.
Para una persona con un trastorno de ansiedad, no es fácil de manejarlo. En cambio, empeora con el tiempo.
La ansiedad constante
puede interferir con las actividades diarias como el desempeño en el
trabajo y las relaciones. Haz algo para bajar tus niveles de estrés, como yoga, ejercicio o encontrar
una salida creativa, puede ser capaz de ayudar con su ansiedad.
6. Depresión
La
depresión puede afectar severamente los pensamientos, el comportamiento, los
sentimientos y el sentido del bienestar de una persona. También puede ser la causa subyacente de una
crisis nerviosa. Si te
siente desesperado o deprimido, tienes pensamientos inquietos o suicidas, es
importante buscar ayuda profesional. La depresión no tratada puede conducir a problemas de
salud mental y física.
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