Recuerda que tus pensamientos y tus
palabras son bien poderosos porque son energía y la irradian.
Hace
poco el tenista Roger Federer lo reconoció cuando dijo: "El tenis se juega más con la mente que con
las manos".
Lo que
piensas de ti mismo o de la vida y lo que te dices a ti mismo en tu diálogo interno crea tu destino.
Las palabras pueden llevarte al abismo
o a la cumbre,
sumirte en el desaliento o llenarte de coraje.
Por eso
debes estar siempre alerta
para ser consciente de tus pensamientos recurrentes.
¿Son de
confianza o de miedo? ¿De odio o perdón? Necesitas controlar tu mente y enfocarla solo en lo
positivo.
Elige
valorarte y sé disciplinado en
el arte de mejorar cada día pensando en grande, no en pequeño.
Cuida
tus palabras y tus pensamientos, y verás cómo ellos te impulsarán muy alto, le llevarán a la gloria.
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