Ojalá
estos días sean fecundos en buenos propósitos. Con decisión y disciplina,
pueden transformar tu vida.
Sé
consciente de que una decisión no es un deseo vago, es comprometerse, jugar bien
tus cartas y apasionarte.
Por eso necesitas contar con buenos aliados que te
evalúen, te animen y te den su apoyo.
Una
decisión se fortalece cuando se comparte, en especial
cuando cuentas con el poder del mismo Dios.
Luego
viene la disciplina para insistir, ser fiel a un plan y no
dejar el cambio al arbitrio o al azar.
¡Qué
bueno que elijas estar siempre alerta y evoluciones
espiritualmente amando en el aquí y el ahora!
¡Estupendo
que decidas aceptarte, aceptar a otros, y centrar tu vida en buenas
prioridades!
Quizás esto lo has pensado antes, pero de ti depende que el cambio
comience HOY.
¿Si no es ahora, cuándo?
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