Varios medios oficiales cubanos anunciaron la
distribución en la isla de una supuesta medicina "natural" que, según
dicen, sirve al mismo tiempo para combatir el sida, el cáncer, la malaria, la diabetes,
la artritis, el reumatismo y hasta la pérdida de memoria.
El
anamú, en infusión, también sirve "como antiespasmódico, diurético,
estimulante y sudorífico, analgésico local y antiinflamatorio en diversas
afecciones de la piel, y se emplea contra la artritis, la malaria, el
reumatismo y problemas de la memoria".
En Cuba se usa una decocción de la planta entera en casos
de cáncer y diabetes, también como antiinflamatorio, tiene propiedades
antivirales y antitumorales, y efectos antileucémicos y citotóxicos contra
varios tipos de células cancerosas.
El comprimido, de 400 miligramos y completamente natural,
será suministrado en un primer momento en las consultas de oncología y de
pacientes con el virus del sida en la provincia de Santiago de Cuba, donde será
comprobada su efectividad, según su respuesta inmune de tipo celular en el
organismo humano.
Las
pastillas son elaboradas del polvo de hojas y tallos jóvenes de anamú, hierba
que crece silvestre en la isla.
Las tabletas cuentan ya con un primer registro sanitario,
respaldado por los reportes etnomédicos de la planta e investigaciones
relacionadas con su uso tradicional y beneficios reportados.
El
anamú es una planta herbácea perenne. Crece hasta aproximadamente un metro de
altura. Se encuentra principalmente en el Amazonas y las áreas tropicales de
Centro y Sur América, en el Caribe y en África.
En algunos lugares se le conoce como yerba de ajo debido
al fuerte olor a ajo que emana, especialmente de las raíces. Otros nombres por
los que se le conoce son apacín, apazote y apacina.
En Brasil se utiliza la planta entera en infusión como
antiespasmódico, diurético, estimulante y sudorífico y en casos de problemas de
la menstruación. Se emplea contra la artritis, la malaria, reumatismo,
problemas de la memoria, como un analgésico local y como antiinflamatorio en
diversas afecciones de la piel.
Una receta comúnmente empleada es 30 gramos (poco más de
una onza) de raíz y hojas secas de Anamú en un litro de agua. Se recomienda
tomar 1/4 de taza de 1 a 3 veces al día, o aplicar localmente dependiendo de la
condición que vayamos a tratar.
La raíz posee propiedades anestésicas y analgésicas y se
considera más poderosa que las hojas.
El
anamú posee también propiedades antivirales.
En
el anamú se han descubierto numerosos compuestos biológicamente activos. Entre
estos: flavonoides, triterpenos, esteroides y compuestos a base de azufre.
En
varios estudios ha demostrado poseer propiedades antitumorales. Contiene
Benzaldehydo y también Coumarin, y ambas se han documentado con propiedades
antitumororales y/o anticancerigenas.
Las
investigaciones demuestran efectos antileucémicos, antitumorales y citotóxicos
contra varios tipos de células cancerosas.
Esta planta está en investigación como un posible agente
para combatir tumores malignos.
En un estudio con ratones se demostró que el anamú posee
un efecto hipoglucemiante (es decir, que reduce el nivel de glucosa o azúcar en
la sangre). Tras una hora de
administrado se registró una baja de los niveles de azúcar en la sangre de más
de 60 por ciento.
En
otro estudio el anamú demostró propiedades inmunoestimulantes (estimuladoras
del sistema inmunológico).
Estudios
llevados a cabo en Suecia demuestran que el anamú posee propiedades analgésicas
y antiinflamatorias similares a los nuevos medicamentos contra la artritis.
Las raíces machacadas del anamú se emplean en forma de té
para los problemas de inflamación de la vejiga.
Precauciones en el uso del anamú
Debido a su capacidad de estimular contracciones uterinas
no debe usarse durante el embarazo.
No debe utilizarse sin supervisión profesional por las
personas que ingieren anticoagulantes. Esto debido a que contiene una pequeña
cantidad de coumarin.
Por
sus efectos hipoglucemiantes (reductores del nivel de azúcar en la sangre) las
personas que padecen de hipoglucemia o diabetes sólo deben usarlo bajo
supervisión profesional.
El
anamú contiene sustancias mutagénicas (que causan cambios en el material
genético) y potencialmente carcinógenas (mutaciones causantes de cáncer).
Los autores del estudio señalan que el anamú no es un potente mutágeno pero que
las personas que lo consumen en grandes cantidades pueden estar a riesgo de
desarrollar problemas de salud.
NOTA: ANTES DE UTILIZAR EL ANAMU CONSULTE CON SU MEDICO
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