En 1992 Zelda La Grange votó contra el fin del ‘apartheid’, años
después era la mano derecha de Mandela.
Criada en una familia afrikaaner de clase
media, lo veía como el villano de la película, un negro terrorista.
Un día aceptó trabajar para él, llegó prevenida, pero su jefe de
inmediato le demostró que no sentía ni odio ni rencor.
A partir de ese momento se convirtió en
Zeldina, como le decía con cariño, y él, en Khulu, que traduce abuelo.
Estuvo con Mandela 19 años, fue su escudera más fiel
y valoró como pocos a un
gran hombre rico en perdón.
Khulu decía: "Si uno logra cambiar a una persona para el bien,
ya ha hecho una gran tarea en la vida".
Mandela solía repetir: ¡Perdona e irradia
tu luz! Y Jesús afirmó: "Sean luz del mundo con sus buenas acciones".
Si sufres como prisionero del odio o la
culpa, lee el libro La magia del perdón. Sana tus heridas emocionales para ser feliz.
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