«Nadie puede
volver atrás e iniciar un nuevo comienzo, pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y hacer un nuevo
final». No hay verdad mayor que ésta pero, antes de que comiences este
proceso de transformación, debes dejar de hacer las cosas
que han estado impidiéndote avanzar.
1.
Deja de pasar tiempo con la gente equivocada.- La vida es demasiado
corta como para pasarla con la gente que te succiona la felicidad. Si alguien
te quiere en su vida te hará un hueco, pero tú no tendrías porqué forcejear por
ello. Así que, nunca le insistas a alguien que continuamente te está
subestimando. Y recuerda, tus verdaderos amigos no son los que están a tu lado
cuando mejor te van las cosas, sino aquellos que permanecen contigo cuando
estás en tu peor momento.
2.
Deja de huir de tus problemas. – Afróntalos. No, no será fácil. No hay
ni una sola persona en el mundo capaz de encajar a la perfección cada golpe que
le da la vida. No estamos programados para solucionar los problemas al
instante. Simplemente, no somos así. Es más, estamos hechos para enfadarnos,
entristecernos, herir, tropezar y caer. Pues esa es la finalidad de la vida: afrontar
los problemas, aprender, adaptarnos y solucionarlos con el paso del tiempo. Eso
es lo que, en última instancia, nos convierte en lo que somos.
3.
Deja de engañarte a ti mismo. – Puedes engañar a cualquier persona del
mundo, pero no a ti mismo. Nuestras vidas solo mejoran cuando corremos riesgos
y el primer y más difícil riesgo que podemos correr es empezar a ser honestos
con nosotros mismos.
4.
Deja de poner tus propias necesidades en último lugar. – Lo más doloroso
de todo es perderte en el proceso de amar demasiado a otros, tanto como para
olvidarte de que tú también eres especial. Sí, ayuda a los demás, pero ayúdate
a ti mismo también. Si hay un momento para
perseguir tu pasión y hacer algo que sea importante para
ti, ese momento es ahora.
5.
Deja de intentar ser alguien que no eres. – Uno de los mayores desafíos
de la vida es ser uno mismo en un mundo que intenta convertirte en otra
persona. Siempre habrá alguien más guapo que tú, más inteligente que tú o más
joven que tú pero ellos nunca serán tú. No cambies para que los demás te
acepten. Sé tú mismo, y las personas adecuadas querrán a tu «yo» auténtico.
6.
Deja de vivir en el pasado. – No puedes iniciar un nuevo capítulo en tu
vida si permaneces anclado releyendo el anterior.
7.
Deja de asustarte por cometer errores. – Hacer algo y equivocarse es por
lo menos diez veces más productivo que no hacer nada. Todos los éxitos esconden
tras de sí una lista de errores y, cada nuevo error, te conduce al éxito. Al
final, te arrepentirás más de las cosas que NO hiciste que de las que sí
hiciste.
8.
Deja de regañarte por los errores que cometiste. – Podemos amar a la
persona equivocada y llorar por lo malo que nos ha ocurrido, pero no importa
cómo de mal nos haya ido porque una cosa es segura: los errores nos ayudan a
dar con las personas y las cosas que nos convienen. Todos cometemos errores,
tenemos problemas e incluso lamentamos sucesos de nuestro pasado. Pero tú no
eres tus errores, ni tus problemas y AHORA es cuando tú estás aquí, con la
posibilidad de modelar tu día y tu futuro. Todas y cada una de las cosas que
suceden en tu vida te preparan para un momento que aún está por llegar.
9.
Deja de intentar comprar la felicidad. – Muchas de las cosas que
deseamos son caras. Pero lo cierto es que las cosas que verdaderamente nos
satisfacen son completamente gratis: el amor, reírse y trabajar en lo que nos
apasiona.
10.
Deja de buscar la felicidad exclusivamente en los demás. – Si no estás a
gusto contigo mismo, tampoco serás feliz en una relación a largo plazo con otra
persona. En primer lugar, tienes que crear la estabilidad en tu propia vida
antes de poder compartirlo con alguien más.
11.
Deja la pereza. – No pienses demasiado porque, si no, generarás un
problema que ni siquiera estaba ahí. Analiza las situaciones y pasa a la
acción. No puedes cambiar aquello a lo que te resistes a afrontar. Progresar
implica riesgo. ¡Punto! No puedes llegar a la segunda base si todavía tienes un
pie en la primera.
12.
Deja de pensar que no estás listo. – Nadie se siente nunca listo al 100%
cuando se presenta una oportunidad. Y es que la mayoría de las grandes
oportunidades de la vida nos obligan a salir de nuestra zona de confort, lo que
significa que no nos sentiremos completamente cómodos al principio.
13.
Deja de implicarte en relaciones por motivos equivocados. – Las
relaciones deben escogerse sabiamente. Más vale estar solo que mal acompañado.
No hay ninguna necesidad de precipitarse. Si algo tiene que ser, será: en el
momento adecuado, con la persona adecuada y por el motivo adecuado. Enamórate
cuando estés listo, no porque te sientas solo.
14.
Deja de rechazar nuevas relaciones solo porque las anteriores no funcionaron.
– En la vida te darás cuenta de que conoces a las personas por un motivo.
Algunas te probarán, otras te usarán y otras te enseñarán. Pero lo más
importante, algunas sacarán lo mejor que hay en ti.
15.
Deja de competir con los demás.- No te preocupes de lo que otros hacen
mejor que tú. Concéntrate en batir tus propios records día a día. El éxito es una
batalla en la que solo compites TÚ CONTIGO MISMO.
16.
Deja de envidiar a los demás. – La envidia es el arte de fijarse en las
virtudes de los demás sin reparar en las propias. Pregúntate esto: «¿Qué tengo
yo que querrían los demás?».
17.
Deja de lamentarte y de compadecerte de ti mismo. – La vida nos plantea
dificultades por una razón: para orientar nuestro camino en la dirección más
adecuada para cada uno de nosotros. Puede que no lo veas o no lo entiendas del
todo en el momento en que las cosas ocurren, y puede que sea duro pero,
reflexiona sobre las dificultades que soportaste en el pasado; comprobarás que,
casualmente, te condujeron a un lugar, una persona, estado de ánimo o situación
mejores. Así que ¡sonríe! Deja que todo el mundo sepa que hoy eres un poquito
más fuerte que ayer, y lo serás.
18.
Deja los rencores. – No pases tu vida albergando odio en tu corazón.
Acabarás tú mismo haciéndote más daño que las personas a las que odias.
Perdonar no significa decir «no importa aquello que me hiciste», sino «no
pienso dejar que lo que me hiciste acabe con mi felicidad para siempre». El
perdón es la respuesta… déjalo, encuentra la paz y ¡libérate! Y recuerda que el
perdón no se refiere solo a los demás sino también a ti mismo. Si tienes que
hacerlo, perdónate a ti mismo, pasa página y trata de hacerlo mejor la próxima
vez.
19.
Deja de permitir que otros te rebajen a su nivel. – Niégate a bajar tu
nivel para acomodarte al de aquellos que se niegan a subir el suyo.
20.
Deja de perder el tiempo justificándote ante los demás. – Tus amigos no
lo necesitan y tus enemigos no lo creerán, de todas formas. Simplemente, haz lo
que tú consideres correcto.
21.
Deja de hacer lo mismo una y otra vez sin tomarte un descanso. – El
momento para darse un respiro es cuando no tienes tiempo para ello. Si sigues
haciendo lo que haces, seguirás obteniendo lo que has obtenido hasta ahora. A
veces es necesario distanciarse para ver las cosas con claridad.
22.
Deja de ignorar la belleza de los pequeños momentos. – Disfruta de las
pequeñas cosas, porque un día mirarás atrás y descubrirás que ésas fueron las
grandes cosas. La mayor parte de tu vida estará compuesta por los pequeños e
innombrables momentos que pasas sonriendo con la gente que te importa.
23.
Deja de intentar que todo sea perfecto. – El mundo real no recompensa a
los perfeccionistas, sino a quienes hacen las cosas.
24.
Deja de seguir el camino del mínimo esfuerzo. – La vida no es fácil,
sobre todo si tu objetivo es lograr algo valioso. No tomes el camino fácil. Haz
algo extraordinario.
25.
Deja de actuar como si todo estuviese bien cuando en realidad no lo está.
– No pasa nada porque un día te derrumbes. No tienes que fingir todo el tiempo
que eres fuerte ni tampoco hay necesidad de que demuestres constantemente que
todo va bien. Tampoco debería preocuparte lo que los demás piensen: si
necesitas llorar, hazlo; te vendrá bien desahogarte. Cuanto antes lo hagas,
antes volverás a sonreír.
26.
Deja de culpar a los demás por tus problemas. – Las probabilidades de
que alcances tus sueños dependen de la
medida en la que hayas asumido la responsabilidad de tu vida. Cuando culpas a
los demás de lo que te sucede estás negando tu responsabilidad: le estás
otorgando a los demás poder sobre parte de tu vida.
27.
Deja de intentar serlo todo para todos. – Simplemente, es imposible e
intentarlo acabará quemándote. Pero hacer sonreír a una persona PUEDE cambiar
el mundo. A lo mejor no al mundo entero, pero sí al de esa persona así que,
limita tu foco.
28.
Deja de preocuparte tanto. – El hecho de que te preocupes no te quitará
la carga mañana, pero si la felicidad de hoy. Una forma de saber si merece la
pena calentarse con algo es preguntarse: «¿Importará esto dentro de un año? ¿de
tres? ¿de cinco?» Si la respuesta es que no, entonces no merece la pena.
29.
Deja de centrarte en lo que no quieres que ocurra. – Céntrate en lo que
sí quieres que te suceda. El pensamiento positivo es clave en todas las
historias de grandes éxitos. Si te despiertas cada mañana con la idea de que algo
maravilloso va a suceder en tu vida, y prestas mucha atención, a menudo
descubrirás que estabas en lo cierto.
30.
Deja de ser desagradecido. – No importa lo bien o mal que te vaya,
levántate cada mañana dando gracias por estar vivo. En algún lugar alguien está
luchando desesperadamente por los suyos. En lugar de pensar en lo que te falta,
trata de pensar en lo que sí tienes y que les falta a los demás.
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