Sugerencias para que seas más espiritual y, por lo mismo, más feliz:
Crea el hábito de dedicar a
tu alma al menos media hora diaria.
En ese tiempo dedica un buen rato a relajarte: en un espacio sereno te sientas o recuestas, cierras tus ojos, respiras bien y sueltas tu cuerpo.
Controlas tu mente visualizando paisajes bellos y te sientes en la amorosa presencia de Dios. Da gracias sin cesar.
Aprende a meditar con ayudas que hay
en internet, Hay muchas formas de hacerlo y eso te regala paz interior.
Dedica un buen tiempo a
lecturas que inspiran de la Biblia, de los místicos o de guías
espirituales.
Lee a San Agustín, San Francisco de Asís, Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús.
Con mente abierta aprovecha a Rumi, Maestro Eckhart, Baal Shem,
Krishnamurti, Yogananda y otros Maestros.
Sana tu niño interior y
suelta estas emociones que te perturban: odios, culpas, medos, tristezas y rabias.
Te ayuda el libro El sendero del espíritu.
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