1.
adj. Que padece de modorra patológica.
2.
adj. Dicho de un operario: Que se ha azogado en las minas.
3.
adj. Dicho de una fruta: Que pierde el color y empieza a fermentar.
4.
adj. Inadvertido, ignorante, que no distingue las cosas.
5.
f. Somnolencia, sopor profundo.
6.
f. Sueño muy pesado y, a veces, patológico.
7.
f. la hora de la modorra.
8.
f. Mil. Segundo de los cuartos en que para los centinelas se dividía la noche,
comprendido entre el cuarto de prima y el de la modorrilla.
9.
f. Veter. Aturdimiento patológico del ganado lanar, producido por los
cisticercos de los cenuros que se alojan en el cerebro y que pueden alcanzar
gran tamaño.
adj. Que padece modorra:
Está muy modorro después de la siesta.
adj. y s. Que se ha azogado en las minas:
Sacaron a un picador modorro.
Ignorante,torpe:
Es un modorro de marca mayor.
f. Somnolencia,sopor profundos:
¡qué modorra después de comer!
Sueño muy pesado,a veces patológico.
Otros significados de la palabra modorra
La palabra modorra posee diversos significados, uno de
los cuales se refiere específicamente a un extraño mal o fatal somnolencia que,
en tiempos de la conquista, afectó y diezmó a gran parte de la población nativa
de la isla de Tenerife en las postrimerías del siglo XV.
El escritor canario José de Viera y Clavijo, apunta a que
dicha enfermedad pudo tener su origen en la putrefacción de los cadáveres
insepultos y la consiguiente contaminación de las aguas superficiales, tras
librarse una gran batalla en la comarca de Aguere entre los guanches y los
conquistadores; otros opinan, como es el caso del profesor Alejandro
Cioranescu, que la susodicha modorra vino a ser una epidemia de tabardillo
(enfermedad parecida al tifus, con fiebre alta y continua, alteraciones
nerviosas y sanguíneas, y una erupción que cubre todo el cuerpo).
Hay
quiénes hablan de que la modorra es un un proceso depresivo entre la población,
al ser sometidos por los invasores y verse privados de su libertad, y con ella,
de tierras, religión y cultura. No parece lógico que este fuera el origen de la
enfermedad sino que, por el contrario, la repentina aparición de una epidemia
para la que no conocían remedio alguno, acrecentara aún más su desmoralización
por haber sido colonizados: "presos de rabia y dolor".
Pero...
¡ojo! No vayamos a dejarnos inocular ahora la modorra social, cultural,
globalizadora, tan en boga en los tiempos modernos. Sacudámonos esa estúpida
somnolencia, esa nueva "Maldición de Malinche" que pretende hacernos
más esclavos aún de lo que somos.
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