Nada
soy yo, cuerpo que flota, luz y oleaje.
Todo es viento y el viento es aire, siempre de
viaje.
Octavio Paz.
Bueno recordar estos versos del
escritor mexicano sobre lo
volátil que es la vida, en los 100 años de su nacimiento.
Somos
espuma del río o brizna llevada por el viento y nada es permanente,
como enseñó Buda.
Sin embargo, cuán fácil es crear apegos sufrientes y olvidar
que todo es efímero y prestado.
Alégrate si decides no aferrarte ni a los que amas
ni a las posesiones, alégrate si amas con libertad.
A más asimiento, más sufrimiento.
Necesitas
amarte mucho y confiar ya que solo así vences los miedos que
generan dolorosas dependencias.
Somos trashumantes y lo sabio es soltar los apegos
como lo enseñó Jesús y lo han vivido los místicos.
Somos
brisa, oleaje, nubes viajeras, seres migratorios de paso por este plano
material.
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