El día de ayer fuí a la catedral con mi familia y al
salir mi hija se encontró esta cartera con algo de dinero tirado en los
escalones de la entrada, tenía aproximadamente $700 , al verla mi hija
se puso contenta y dijo "papá
mira" a lo que yo le comenté que esperáramos a que alguién llegara a
buscarla para entregarla, al cabo de 30 minutos nadie llegó por lo que
fuímos al carro y al revisarla nos dimos cuenta del contenido, por suerte traía un recibo de
agua donde pudímos ver la dirección y fuímos a buscar a la persona, al
llegar tocamos a la puerta y nos abrió una señora de avanzada edad, pude ver sus ojos enrojecidos
por lo que supuse que había llorado, yo la salude, me hice pasar por un
vendedor de miel natural y le pregunté si compraba, a lo que ella con algo de tristeza me dijo:
"¡Ay joven! le compraría pero acabo de perder mi
cartera y traía todo el dinero de mi pensión que acababa de recibir" por
lo que no dude en sacar la cartera y le dije: "¿es esta?", en
cuanto la vió, su semblante cambió, tomó la cartera, me abrazó y con la voz
entrecortada y lágrimas en sus ojos me dijo: "gracias, gracias muchacho, Dios te bendiga siempre
mijito", cuando me soltó abrió la cartera y sacó 1 billete de $50 y me dijo: "toma hijo,
esto es para tí" a lo que yo me negué y muchos me dirán "que
tonto, lo hubieras agarrado" pero yo tenía otros motivos más grandes para no hacerlo, el
primero era que sé que las
cosas tienen dueño y sería un robo sabiendo de quién era y el segundo y
más importante para mí es
que mi padre siempre me dijo que se educa con el ejemplo y mis hijos veían lo
que hacía, siento que mi conciencia no me hubiera dejado tranquilo sabiendo que alguien estaba
pasando un mal momento y fue para mí y para mi familia una satisfacción haberle
alegrado el día a esa amable señora.
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