En
el universo siempre hay algo que está naciendo, y algo que está muriendo.
Todo funciona a través de ciclos. Siempre hay algo que inicia, y algo que
termina.
Nacen
y mueren personas, animales, plantas, planetas, galaxias, días, años, siglos,
civilizaciones, etc.
La muerte no es más que un proceso de renovación. Al nacer se produce la acción, y al morir la
recuperación.
Hay
que concentrarse siempre en lo que nace. En lo que inicia. Ahí tenemos más
posibilidad de actuar, ya que las energías son más altas.
A lo que termina, despídelo con agradecimiento, por el
aprendizaje que deja en ti. Y a lo que inicia, dale una gran bienvenida, y
reconoce la maravillosa oportunidad que se te ofrece para aprender a hacer las
cosas mejor.
El 2020 está muriendo. Obsérvalo y evalúalo. Valora todo
el aprendizaje que tuviste, tanto en los momentos lindos, como en los
difíciles. Dale las gracias y suéltalo.
El
2021 está por nacer. Concéntrate en él.
El pasado no te sirve sino para evaluar. A ti lo que te sirve es el
presente, que es donde puedes actuar.
Pero no lo veas sólo como un año más. Valóralo. Va a
tener 365 maravillosos días que te ofrecen la oportunidad de hacer las cosas
mejor, que como las has venido haciendo.
Hazte consciente de ti. De tu desarrollo espiritual. De
las decisiones que tomas y de sus resultados.
Traza
un plan. Fija un rumbo. Que cuando el año termine, puedas ver con alegría que
avanzaste. Que ahora estás más cerca de la meta.
Te
propongo tres ejercicios para el 2021 que te darán maravillosos resultados.
- Renuncia a querer cambiar a alguien para que se adapte
a lo que a ti te gustaría. Trabaja el
respeto y la aceptación.
- Renuncia a culpar a alguien de lo que tu sientes, o de
lo que te pasa. Deja el papel de víctima y asume tu vida.
- Renuncia a querer que se haga tu voluntad. Valora lo
que tienes y acepta que lo que no tienes es porque no te corresponde.
No
te desgastes por cambiar lo externo. Trabaja en ti para que no te afecte.
El
trabajo siempre es interno. Los cambios se hacen dentro de cada quien. Lo de
afuera no es sino una proyección de lo que hay dentro de ti.
Cambiando
tú, lo de afuera cambia solo. Aprovecha éste año que nace para despertar a tu
conciencia dormida. Haz que lo valga.
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