Sentimos
celos sobre todo porque nos sentimos inseguros. No porque la otra
persona te haga sentir inseguro, sino porque la baja autoestima o los fracasos anteriores nos han hecho
pensar que no somos lo suficientemente buenos como para que nos amen.
Pensamos
que siempre llegará alguien mejor que nosotros y que nuestra pareja se
fijará en esa persona.
Creo
que además que es importante transmitir seguridad a nuestras parejas.
Hoy en día, con la tecnología y las aplicaciones, es fácil caer en el juego de
tontear con gente que no conocemos y esto genera mucha inseguridad en la
pareja. Ese mensaje que te
hace gracia mandar a alguien que te está diciendo eso de «qué bonitos ojos
tienes»… ¡mándaselo a tu pareja!
Los
celos son un sentimiento de inseguridad que viene, por un lado, por el miedo a
perder a nuestra pareja y que prefiera a otra persona mejor (con lo que
esto implica para nuestra autoestima), y por otro lado, por el miedo a ser engañados, a que se nos
oculte una infidelidad y que no nos enteremos, con la humillación que eso supondría para nosotros...
La
posibilidad de que nos engañen y no nos lo digan, nos crea mucho
malestar también.
Primero
es importante que analicemos si son inseguridades nuestras o tal vez es la otra
persona la que tiene conductas que activan nuestra inseguridad, que es
algo que también puede pasar. En ese caso deberíamos hablarlo y ver cómo lo solucionamos, si
es que tiene solución. Y si hace falta, acudir a un experto.
¿Cuáles
son los errores más comunes que nos llevan a alargar una relación que no
funciona?
La
gente tiene pánico a estar sola, a tener que atravesar una ruptura dolorosa que
le haga sufrir. Básicamente es el miedo a la soledad, a no encontrar a
alguien, a perder al grupo de amigos. Y cuando tienes hijos, muchos padres sufren por cómo una
ruptura pueda afectarles. Y está claro que lesa afecta. Pero más afecta
convivir con un modelo de padres que no se aman y que terminan llevándose mal.
Pensar
que el otro va a cambiar, que las cosas que no han funcionado nunca, de repente
van a fluir, que podremos aceptar las diferencias que tenemos aunque choquen
con nuestros valores. En
definitiva, seguir alimentándonos de la fantasía de lo que creemos que
algún día podrá ser esa relación, aunque nunca haya sido así.
Creer
que algún día todo será como soñamos, aunque eso que soñamos sea
imposible con la persona que tenemos al lado. Pensar que no encontraremos a nadie más que nos quiera,
que nos elija, pensar que nos quedaremos solos para el resto de nuestra
vida, que no seremos
capaces de seguir adelante sin esa persona, que nuestra vida se arruinará....
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