Abre
hoy las puertas de tu corazón a Jesús, al amor y la alegría, y la esperanza, la
paz y la armonía.
Elige
bucear en tu interior y conéctate con lo esencial, con Dios en tu íntimo ser.
Deja
las carreras, siéntate en un lugar apacible, cierra
tus ojos, respira varias veces y medita sereno.
Haz
las paces con el ayer, sana las heridas emocionales y disfruta la paz que nace
del perdón.
El Espíritu de este día lo vives amándote y amando de
verdad, con total entrega y generosidad.
Ama a Jesús, José y María, porque ellos te señalan el
sendero de una fe firme y una bondad sin límites.
Hazlo y te sentirás tan pleno que te será fácil aceptar
incluso al que hace daño en la inconsciencia.
Serénate,
ora y sigue el sagrado impulso de compartir
con los que nada tienen.
Debes
fluir en el amor.
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