"La
imaginación crea la realidad", decía Richard Wagner. Si quieres que tus
sueños se cumplan, piensa a menudo en ellos. Visualizar el éxito te
ayudará a conseguir la energía necesaria para lograrlo.
Dicen que tan sólo utilizamos el 10% de nuestra capacidad
mental. Y es que el cerebro tiene poder ilimitado, un poder que no siempre
sabemos aprovechar. La visaualización creativa es una de las formas más
sencillas y efectivas de utilizar ese poder extraordinario para conseguir que
nuestros deseos se hagan realidad.
La
fuerza de la imaginación
Mediante
la visualización se crean imágenes y pensamientos que modifican positivamente
nuestra forma de actuar. Consiste simplemente en imaginarnos a nosotros
mismos logrando el objetivo que buscamos para, de esta manera, estar más
motivados y convencidos de nuestras posibilidades. Por ejemplo, si lo que
deseamos es adelgazar, podemos visualizarnos con una figura estupenda o, si
nuestra intención es dejar de fumar, basta con pensar en lo bien que nos
sentiremos el día que nos hayamos liberado de esa dependencia. Este sencillo
ejercicio nos ayudará a conseguir la fuerza de la voluntad necesari para lograr
nuestro propósito y también conseguiremos modificar las circunstancias externas
para que eso sea posible. "Cuando nos sentimos positivos en nuestra
actitud, esperando e imaginando el placer, la satisfacción y la felicidad,
tendemos a atraer y a crear personas, situaciones y acontesimientos que se
adecuan a estas expectativas.
Como
hacerlo
Los niños y adolescentes tienen una gran tendencia a
soñar despiertos, a imaginar que son una estrella de la música, un deportista
de élite... Desgraciadamente, a medida que vamos cumpliendo años, perdemos esta
capacidad, lo que nos aleja cada vez más de nuestros sueños. Se trata, por lo
tanto, de recuperar aquella antigua habilidad y ampliar nuestros
horizontes. Para conseguirlo, basta
dedicar algunos minutos al día a realizar ejercicios de visualización creativa.
Para hacerlo correctamente, sigue estos pasos:
Busca
un lugar agradable. Ha de ser un lugar donde puedas estar cómodo/a y
relajado/a, desde el dormitorio de tu casa hasta un parque no demasiado
transitado. Si lo deseas, puedes poner música suave.
Practica
la respiración abdominal. Cierra los ojos y respira por la nariz
llevando todo el aire hacia el abdomen, reteniéndolo unos instantes (un mínimo
de 5 segundos) y expulsándolo lentamente, también por la naríz.
Relaja
tu mente. Para ello, intenta visualizar un lugar agradable. Aunque lo
clásico es pensar en un paisaje, también puede servir espacios como un lujoso
salón, una cabaña en la montaña...
Piensa en tu objetivo. Ha llegado el momento de
imaginarte a ti mismo/a conseguiendo tus metas. Hazlo con todo detalle y de la
forma lo más realista posible,
impregnándote al máximo con las sensaciones y los sentimientos que te
produce.
Llénate
de energía. Acaba la visualización repitiendo mentalmente cinsignas
positivas como :"soy capaz de logarlo", o "confío en mis
capacidades"...
"Nada
se hace sin que antes se haya imaginado"
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