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CONFLICTO EMOCIONAL EN LA HIPERHIDROSIS


La hiperhidrosis es una enfermedad que produce sudor excesivo en una o en varias partes de nuestro cuerpo de forma crónica, condicionando las relaciones personales y actividades sociales. Las personas que padecen hiperhidrosis pueden ver afectada su calidad de vida y por tanto, tener una repercusión importante en el ámbito relacional.

Pueden convivir con ella, pero no evita que a menudo sientan un gran estrés que haga difícil su vida diaria, dificultando su vida personal, laboral y social.

Es común encontrarse con personas que padecen la hiperhidrosis y viven un estrés añadido por la necesidad de sentirse secos y de no oler mal, esto les lleva irremediablemente a entrar en un conflicto en el que programan una y otra vez el síntoma, es decir, se cronifica el síntoma y se genera un efecto bucle. Este tipo de conflictos son denominados autoprogramantes.

Existen distintos niveles del síntoma: leve, medio o severo. Este último modifica el comportamiento relacional de la persona, pudiendo dar como resultado comportamientos retraídos: evitar las actividades sociales provocando en ocasiones una fobia social.

Pueden llegar a tener dificultades también del manejo manual: en la manipulación de papeles, bolígrafos, botones, herramientas, equipos electrónicos o instrumentos de música, ect. Evitan el saludo con las manos, por no entrar en contacto con el otro, ya que esto les estresa. En la hiperhidrosis no es extraño encontrar una manifestación de rubor facial en las personas que tienen este síntoma.

¿Qué sentido biológico guarda la hiperhidrosis?
Vivencia: Nuestro cerebro interpreta que la persona se encuentra en situación de peligro, de miedo, de sentirse manchado.

Conflicto: La persona tiene la necesidad de resbalarse, soltarse, escaparse de la situación. No estar seguro de realizar buen un trabajo. Padre o jefe castrante. Ganas de liberarme de mi padre, mi trabajo o mi jefe. Sensación de ser manipulado.

Resentir: “Quiero escapar, necesito escapar de una trampa”. “Me protejo del mundo exterior”. “No quiero que el otro se agarre a mí”. “Tengo miedo del contacto con los demás, si me tocan me harán daño”.

Sintomatología: El cuerpo va a crear una capa de separación, una cortina de agua.

Caso: Paciente mujer refiriendo dificultades para relacionarse. No podía estar en lugares dónde hubiera mucha gente, sentarse en una mesa con varias personas le resultaba muy estresante y, tampoco podía ser vista por un hombre con facilidad.
Durante la sesión se evidenció un estrés vivido en su niñez, lugar de origen de su síntoma, dónde vivió miedo en una situación de la cual no pudo escapar, un miedo frontal y dónde se sintió “manchada” por un hombre de su entorno de confianza: “manchó” su inocencia con unas caricias inadecuadas para una niña de 6 años. Desde ese instante se activó un sistema de supervivencia: su hiperactividad en la tiroides, dando como consecuencia la hiperhidrosis.

Con ella se trabajó el conflicto de “mancha o ataque” en el espejo (ya que en la fase de reparación de este síntoma hacemos acné o granos en la piel y esto dificulta la reparación) para comprender y reparar nuestra mirada hacia nosotros mismos. Caso tomado de La Escuela de Descodificación Biológica por Lola Villaescusa.

La hiperhidrosis palmar es el exceso de sudoración en las palmas de las manos. Incluso las palmas llegan a gotear por la excesiva cantidad de sudor. Si yo presento este síntoma, necesariamente estoy viviendo un conflicto emocional de “perdida de referencias con respecto a mi padre” sumado a un conflicto de trabajo. Manos es “trabajo”. El padre puede ser simbólico o real.

Cuando el exceso de sudoración es en todo el cuerpo, entonces estamos hablando de que yo estoy viviendo un conflicto emocional en el que me siento sucio. Tal he vivido tocamientos, violación, incesto, por lo tanto sudo mucho, para tener que bañarme y limpiar toda esa suciedad.

Si mi sudoración es excesiva únicamente en mis pies, significa que estoy viviendo un conflicto emocional de “Permanecer buscando a mi madre”. Tal vez mi madre me abandonó, murió, me regaló, me ignora, etc.

¿Cómo libero esa emoción biológica?
Debo tener más confianza en mí y en la vida misma. Debo demostrar mi decisión, mis límites. Debo amarme y aceptarme. Debo defenderme con todo.

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