Al afirmar, lo que estás haciendo es
usar tu poder de crear.
Cree que lo que dices se cumple ya.
Afirma para el ahora, no para el futuro, afirma convencido de que lo
que deseas ya se está realizando.
Da gracias de una vez por lo que ibas a
pedir. No lo pidas,
decreta que ya te llega, que ya es tuyo.
Sé consciente también del nefasto poder
de tus negaciones:
No valgo, no puedo, no soy capaz, la vida es horrible.
El pensamiento y la palabra son energía, con ellas creas tu realidad
aunque culpes a Dios o al destino.
Tal como crees, creas. Lo que piensas y dices se
convierte en tu misma vida. Lo que se decreta, se concreta.
Ilumina tu vida con poderosas
afirmaciones y convincentes oraciones. La meta es afirmar y orar todo el día.
No me quejo más, me acepto como soy y me voy a superar.
Es que la vida no depende de las
circunstancias, depende de tu actitud positiva o negativa, de la fe o
las dudas.
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