Jorge Bucay nació en Argentina, el 30
de octubre de 1959. Es escritor, terapeuta gestáltico y psicodramaturgo, cuenta
con más de 34 libros hasta la actualidad, y sus frases han recorrido el mundo
cambiando la perspectiva de quienes lo leen y conocen, tanto en sus libros como
en sus conferencias o charlas.
Se define como “un colaborador
terapéutico” ya que en sus conferencias y libros insistió en brindarles las
herramientas terapéuticas a las personas, para que así cada quien busque la salida y las
soluciones a su recuperación.
Mediante
las frases de Jorge Bucay se podrán encontrar reflexiones sobre la calidad de
vida y la superación personal.
Frases
de Jorge Bucay
Quiero que puedas oírme antes de
juzgarme.
Es
desconcertante vivir al lado de una persona que te considere imprescindible para su vida.
Las
oportunidades y la suerte en
algún momento suelen visitarnos en nuestras vidas.
No
importa cuán inteligente seamos, indistintamente en algún momento nos tocará perder.
Si te olvidas a ti mismo, los demás
harán lo mismo por ti.
Una
cosa es desear que alguien te ayude, otra muy diferente es que esa persona decida por ti.
Bajo
ningún pretexto debemos
cambiar nuestra identidad para poder ser aceptado por otra persona.
La belleza de una persona florece
cuando es feliz consigo misma y se mantiene firme a sus creencias.
Debes defender tus ideales a todo
riesgo, tu dignidad va más allá que
cualquier aprobación.
Cuando
una persona se va, deja
espacio para que otra llegue.
Nunca
descartes la posibilidad de que traicionen.
No somos responsables de las emociones,
pero sí de lo que hacemos con las emociones.
Son
las dificultades las que nos marcan de por vida, ya que a través de ellas podemos conseguir la felicidad.
Las personas positivas y perseverantes
son personas constructivas,
que suman, son ese primer ladrillo para construir la prosperidad.
La
vida no está predestinada, así que debes prepárate para vivir momentos buenos y otros amargos.
La verdadera libertad se basa en ser
quien verdaderamente eres
y no en lo que los demás
mediante la opresión quieren que seas.
Deseo
que una persona cuide de mí, sin
que eso represente tomar atribuciones sobre mi vida.
Cuando
tu estas en una relación y
te das cuenta que pudiendo evitarte una migaja de sufrimiento, el otro
no lo hace, es porqué todo se ha terminado.
Las
personas que insisten en presumir su felicidad realmente carecen de ella.
Se debe disfrutar es el camino que
recorremos para alcanzar algo. La meta es simplemente un producto final.
Solo se puede disfrutar del tiempo que
has vivido, si
realmente vives los mementos.
No se puede juzgar a una persona sin
antes ponerse en sus zapatos y observar las dificultades que tenga.
Quien es infeliz cree que aquellas
personas que luchan por su felicidad están locas.
Los pensamientos negativos no permiten
avanzar, son trabas
que conseguimos en el camino, las cuales hay que superar.
Hay
momentos donde las
adversidades son tan fuertes que tener un trabajo es una bendición.
Para poder amar a otra persona debes
comenzar a amarte a ti mismo.
Quiero que tengas una opinión pero sin
darme consejos.
Si dudas así sea por un instante de ti
mismo, le estarás fallando a tu convicción.
Sólo si me siento valioso por ser como
soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.
No dejes
de realizar lo que te gusta por
miedo a que te señalen.
Libertad es correr los riesgos que yo
decida correr, siempre y cuando esté dispuesto a afrontar por mí mismo los
costos de dicho riesgo.
Y
recuerda que a pesar de que estés en la tormenta más fuerte siempre saldrá el sol después de
ella.
La
persona que es
verdaderamente fuerte es aquella que se adapta a cualquier dificultad.
Un corazón frágil es fácil de
manipular.
La
perseverancia es un
fundamento para lograr grandes objetivos en la vida.
A veces se aprende más de los enemigos que de los propios amigos.
Y
luego llega ese momento
determinante en tu vida en el que debes elegir si hacer feliz a los demás o hacerte feliz a ti mismo.
Debes disfrutar cada día de tu vida como si este fuese el último.
Ve y arriésgate, al fin y al cabo lo
único que se pierde es lo que no se arriesga.
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