El
abogado, pedagogo y pacifista colombiano Jaime Hernando Garzón Forero nació en
Bogotá, el 24 de octubre de 1960. Su ingreso en los medios de comunicación
locales lo harían un personaje
reconocido y el pionero del humor político en la televisión de su país.
Su trayectoria y cercanía a notables personalidades lo pusieron en un punto
relevante de los procesos de paz entre los actores armados y en los procesos de
liberación de secuestrados en poder de las FARC.
Se unió a la campaña de Andrés Pastrana Arango a la
Alcaldía Mayor de Bogotá y presenció el momento en el que el Cartel de Medellín
secuestraba a Pastrana el 18 de enero de 1988 en Antioquia para presionar al
gobierno sobre la extradición de Pablo Escobar. Garzón le dijo a los secuestradores: "Llévenme
también a mí ¿no ven que yo soy el jefe de giras?". Pastrana fue liberado una semana
después y ganadas las elecciones lo nombró alcalde menor de Sumapaz.
Durante su gestión, construyó un centro de salud, mejoró la escuela y pavimentó
la única calle del pueblo.
Entre 1990 y 1994 trabajó en la Casa de Nariño durante la
presidencia de César Gaviria como coordinador de las traducciones de la nueva
Constitución de 1991 a las lenguas indígenas y de manera no oficial como asesor
de comunicaciones de la presidencia.
En 1987 el director del Noticiero de las 7, Antonio
Morales Riveira, supo de su fama como imitador de personajes políticos y lo
convocó para aparecer por primera vez en televisión. Su primer programa fue
Zoociedad, una parodia social y política del país que pronto adquirió altos
niveles de sintonía. Entre
1995 y 1997 trabajó en la realización del noticiero ¡Quac!, donde desarrolló
personajes como Néstor Elí, Inti de la Hoz, una muchacha frívola y moderna, el
estudiante de izquierda llamado "compañero" Jhon Lenin; o el
"reportero" Wiliam Garra. Luego, se unió al programa Lechuza
del Canal Caracol, Radionet y al noticiero CM& con su último y más popular
personaje, Heriberto de la Calle, un lustrabotas que entrevistaba a diversos
personajes célebres y que duró hasta su asesinato en 1999.
Su participación en procesos de
liberación de secuestrados por la guerrilla y las intenciones de crear diálogos
de paz, trajo consigo una serie de amenazas, las cuales no intimidaron al periodista
y de las cuales, en cambio, sí hablaba abiertamente. De hecho, ya
había adelantado a su esposa cómo sería su trágico final: fue asesinado de
cinco disparos el 13 de agosto de 1999.
NOTA: UNA HISTORIA MUY TRISTE
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