Hay
momentos en la vida en que somos tímidos para expresar el amor que sentimos.
Quizá por temor a avergonzar a la otra persona o a avergonzarnos nosotros
mismos, dudamos en decir “Te quiero” y tratamos de comunicar la idea con otras
palabras…
Decimos “Cuídate”, “No manejes rápido”, “Pórtate bien”…
Pero en realidad, estas son diferentes maneras de decir “Te quiero…”, “Eres lo
más importante para mí…”, “Me importa lo que te suceda…”, “No quiero que estés
mal…”, etc.
A
veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única
cosa que debemos decir, es
la única cosa que no decimos. Y aún así, porque el sentimiento es real y
la necesidad de decirlo es tan fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo que
realmente queremos decir.
Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo,
y la otra persona se siente ignorada o tal vez no tan querida…
Por eso, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que las otras personas nos
dicen, algunas veces las palabras explícitas son necesarias, pero muchas
veces es más importante la manera como se dicen las cosas…
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor
que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.
Un
abrazo o un beso impulsivos dicen “TE AMO”, aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por
otra dice “Te quiero”.
A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel. A
veces debemos mirar y
escuchar muy atentamente el amor que contienen… Pero muy frecuentemente
está allí, debajo de la superficie.
Una madre puede regañar a su hijo constantemente por sus
notas o por no limpiar su cuarto..
El hijo puede escuchar sólo el regaño, pero si escucha atentamente,
escuchará el Amor debajo del regaño.
Su madre quiere que él haga lo correcto, que sea exitoso.
Desgraciadamente, su preocupación y amor por su hijo
emergen en su regaño.
Pero
también es Amor.
Una hija regresa tarde a casa, después de su permiso, y
su padre la confronta con palabras amargas.
La hija puede sólo escuchar la ira, pero si escucha
atentamente, escuchará el
Amor debajo de la ira.
“Estuve preocupado por ti…” dice el padre, “porque me
importas, porque te quiero y porque eres importante para mí…”
Decimos “TE AMO” de muchas maneras: con regalos de
cumpleaños, con notitas dibujadas, con sonrisas y a veces con lágrimas. A veces mostramos nuestro Amor
cuando nos mantenemos en silencio, sin decir ni una palabra, y a veces incluso
hablando bruscamente.
A veces mostramos nuestro Amor a través de la
impulsividad. Muchas veces tenemos que demostrar Amor perdonando a alguien que
no ha escuchado el Amor que hemos tratado de expresar.
El
problema de escuchar el Amor es que no siempre entendemos el lenguaje del Amor
que la otra persona está usando.
Una chica puede usar las lágrimas o las emociones para
decir lo que quiere decir, y su novio puede no entenderla porque espera que
ella le hable en el lenguaje de él.
Por
eso, tenemos que esforzarnos por realmente escuchar el Amor.
El problema con nuestro mundo es que la gente rara vez se
escucha el uno al otro.
Oyen las palabras, pero no escuchan en las acciones que
acompañan a esas palabras o en las facciones del rostro.
O la gente sólo escucha el rechazo o el malentendido.
No ven el Amor que está allí, debajo de la superficie,
aún cuando las palabras sean amargas…
Tenemos
que escuchar el amor en aquellos que están alrededor nuestro…
Si escuchamos atentamente, descubriremos que somos
muchísimo más amados
de lo que pensamos.
Escuchemos
al Amor y descubriremos que, después de todo, el mundo es un lugar muy amoroso…
El AMOR es feliz, nos hace reír,
nos hace llorar, nos hace cantar, nos hace tristes, nos hace buscar una razón,
nos hace pedir, nos hace dar, pero por sobre todo, nos hace VIVIR.
No es la presencia o la ausencia de la gente lo que hace
la diferencia, porque una persona puede no estar solitaria aún cuando esté
sola.
Algunas veces es bueno estar solo. Pero eso no nos hace
solitarios. No es un asunto de estar presente con alguien. El asunto es estar
presente para alguien.
Así que recuerda: Si amas a alguien, díselo. Recuerda
siempre decir lo que sientes. Nunca tengas temor de expresarte a ti mismo.
Aprovecha
esta oportunidad para decirle a alguien lo que significa para ti.
Aprovecha el día y no tengas reparos. Y lo más importante: Permanece cerca de
tus amigos y tu familia, porque ellos te han ayudado a ser la persona que eres
hoy y eso es lo más importante.
Haz
la diferencia en tu día y en el de ellos. La diferencia entre expresar el Amor
y los rencores es que los rencores a veces perduran más…
ALGUNOS EJEMPLOS DEL LENGUAJE DEL AMOR
"Chouchou" es como Carla Bruni le dice a su
esposo, el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy.
A Samantha Cameron, la esposa del premier británico, la
escucharon diciéndole "I love you babe" (Te amo bebé).
Michelle Obama describió una foto con la leyenda "That's my honey, giving me a hug",
que se traduciría literalmente como "Ése es mi miel abrazándome".
Algunos términos cariñosos pueden ser usados en muchos
lenguajes -bebé, ángel, corazón- pero hay otros que se pierden en la
traducción, como es el caso de "miel".
He
aquí una guía rápida al lenguaje del amor en el mundo
1.
Pequeño repollo (Francés: Petit chou)
"Chou" (repollo o col) es el equivalente en
francés de "corazón" o "amor" o "cariño". Esto
porque da la idea de que es pequeño y redondo, y se usa para describir el
hojaldre francés, que a menudo se come con crema.
Se dice que el "chou" también se parece a la
cabeza de un bebé o un niño. Durante mucho tiempo a los niños franceses se les
ha dicho que los niños vienen de los repollos y las niñas de las rosas.
Se puede usar también doble: "chouchou" que
significaría "querido".
2.
Chayote (Portugués/Brasil: chuchuzinho)
"Chuchu" es la palabra para lo que en español
se conoce como cidra
El final "zinho", que significa
"pequeño", enfatiza el cariño.
3.
Huevo con ojos (Japonés: Tamago kato no kao)
Tener cara con forma de huevo es apreciado en Japón.
En Japón, a las mujeres, quienes las quieren,
frecuentemente les dicen "un huevo con ojos". Es un gran halago pues
tener la cara oval, en forma de huevo, es considerado muy atractivo en esa
cultura, como se puede ver en las pinturas japonesas de todas las épocas.
4.
Fruto de mi corazón (Indonesio: Buah hatiku)
Aunque el término puede ser usado románticamente, y
figura en canciones y poemas de amor, hoy en día se usa más para expresar
afecto a los niños.
5.
Mi pulga (Francés: Ma puce)
"Ma puce" es casi equivalente a
"dulzura". Una teoría es que podría deberse a la histórica relación
entre los humanos y las pulgas: se dice que en el pasado, quitarle las pulgas a
otra persona podía llegar a ser placentero y a veces hasta íntimo.
6.
Gacela (Árabe: Ghazal)
Se dice que la mirada de la gacela puede matar de amor.
Hoy en día también un hombre le puede decir a una mujer:
"tienes ojos de gacela". Eso puede implicar que él ha caído bajo su
hechizo antes de que ella sienta lo mismo.
7.
Pequeño elefante (Tailandés: Chang noi)
Los elefantes son los animales más queridos por los
tailandeses. Supuestamente traen buena suerte, especialmente si son blancos.
El símbolo del elefante puede ser una derivación del dios
hindú Ganesh, lo que refleja la gran influencia que ha tenido la cultura india
en la región.
Los elefantes cautivan tanto a esa nación que en algún
momento fueron el emblema en la bandera del país.
8.
Peces hundiéndose, gansos cayendo (Chino: Chen yu luo yan)
Ésta es una historia sobre la mujer más bella de la
historia china, llamada Xi Shi.
Se dice que era tan hermosa que cuando miraba un lago,
los peces quedaban tan deslumbrados que se les olvidaba nadar y gradualmente se
hundían hasta el fondo.
Y cuando los gansos volaban sobre el lugar donde se
encontraba, quedaban tan impresionados con su belleza que se olvidaban de
aletear y caían en picada.
Por ello, hasta el día de hoy, cuando un joven chino está
enamorado de una joven, puede decir que es tan bella como Xi Shi. Y para
decirlo usa esa frase: peces hundiéndose, gansos cayendo.
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