No todos los alimentos resultan útiles cuando se trata de
eliminar kilos. Los que aquí presentamos tienen la virtud de persuadir al
cuerpo para que no acumule grasa.
Leche
De niño, tu mamá seguramente te decía que tomaras leche
porque el calcio es bueno para los huesos. Lo que ella quizá no sabía es que
además ayuda a controlar el hambre. Las investigaciones muestran que las
personas que no consumen suficiente leche tienen una masa adiposa mayor y menos
control sobre su apetito.
Las mujeres menores de 50 años y los hombres menores de
70 deben tratar de ingerir 1,000 mg de calcio al día. Y quienes rebasan esas
edades, hasta 1,200 mg si es necesario.
Queso
Estos alimentos son una rica fuente de calcio, pero hay
algo aún mejor: los estudios indican que son mucho más eficaces para acelerar
la quema de grasa que otras fuentes. Los investigadores creen que otros
ingredientes de los lácteos actúan de forma sinérgica con el calcio. Un estudio
de la Universidad de Tennessee reveló que consumir tres porciones de lácteos al
día reducía mucho la grasa corporal en personas obesas. Y si al mismo tiempo se
restringían las calorías, se aceleraba la pérdida de peso.
¡Y hay más! Un estudio indicó que beber leche descremada
justo después de un ejercicio de resistencia, y otra vez al cabo de una hora,
permitía a los participantes acelerar la quema de grasa, aumentar la masa
muscular y la energía, y fortalecer los huesos.
Consume al menos tres porciones de lácteos descremados al
día.
Aceite
de coco
Aunque las grasas saturadas tienen muy mala reputación,
una fuente de ellas figura en la lista de alimentos saludables: el aceite de
coco. ¿Por qué? En un estudio realizado en 2009 en Brasil, se observó que este
aceite tiene efectos muy positivos en mujeres obesas, entre ellos una reducción
del diámetro de la cintura, un aumento del colesterol bueno, o LAD
(lipoproteínas de alta densidad), y una mejora en la proporción de colesterol
malo, o LBD (lipoproteínas de baja densidad), con respecto al bueno. Y en
poblaciones donde el aceite de coco se consume con frecuencia, los niveles
altos de colesterol y las enfermedades cardiacas son poco comunes.
Limita a 10 por ciento la proporción de grasas saturadas
de tu ingestión total diaria de calorías, pero incluye aceite o leche de coco
en tu dieta.
Proteínas
Son macronutrientes esenciales por muchas razones:
promueven la salud de la piel, el cabello, las uñas, los huesos y los músculos.
Además, son un gran auxiliar para bajar de peso: según un estudio realizado en
2002 por la Universidad Estatal de Arizona, las proteínas aumentan la saciedad
y aceleran la quema de calorías después de comer; en otras palabras, consumir
alimentos ricos en proteínas (en lugar de ricos en carbohidratos) produce más
satisfacción, menos hambre y una mejor quema de grasas: tres beneficios a la
vez. Investigaciones previas revelaron también que las personas que siguen
dietas con una alta proporción de proteínas generalmente reducen su consumo de
alimentos en 10 por ciento, en promedio.
Los expertos recomiendan una ingestión diaria de 40
gramos de proteínas a las mujeres, y de 56 gramos a los hombres.
Vitamina
C
A lo largo de décadas se nos ha dicho que ingerir grandes
dosis de vitamina C previene los resfriados. Pero, ¿sabías que esta vitamina
también ayuda a bajar de peso? Los estudios indican que cuando el cuerpo
presenta deficiencia de vitamina C se aferra con mayor fuerza a la grasa.
Investigadores canadienses hicieron una exhaustiva revisión de estudios sobre
lo que llamaron “determinantes insospechados de la obesidad”. La revisión
vinculó la ingestión insuficiente de micronutrientes específicos con un mayor
riesgo de tener sobrepeso, e identificó la deficiencia de cinc, vitamina C,
magnesio y vitamina E como factores de riesgo de tener un mayor porcentaje de
grasa corporal y abdominal.
Las mujeres deberían ingerir 75 mg de vitamina C al día;
los hombres, 90 mg.
Quinoa:
Este antiguo seudocereal está repleto de proteínas, aminoácidos, fitoesteroles
y vitamina E. Un estudio indica que es también un promisorio reductor de grasa.
Animales de laboratorio alimentados con complementos que contenían extracto de
semillas de quinoa mostraron una reducción en la grasa corporal, el peso y el
apetito.
Miel:
En estudios con animales se observó que la miel reduce la grasa corporal y el
aumento de peso cuando sustituye al azúcar; además, parece mejorar la respuesta
inmunitaria y el control de la glucosa sanguínea.
Cacao:
Contiene más antioxidantes fenólicos que la mayoría de los alimentos. Basta con
leer esta mención de beneficios publicada por el Centro de Investigación y
Prevención Yale-Griffin: “El cacao blinda los nervios contra lesiones e
inflamación, protege la piel de los daños oxidativos de los rayos UV y tiene
efectos positivos en la saciedad, la función cognitiva y el estado de ánimo”.
Come estos alimentos a menudo para reducir el aumento de
peso.
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