Daniel
kahneman, nacido en 1934, es un gran y reconocido psicólogo que en sus años de
carrera inculcó importantes lecciones de vida a través de su trabajo sobre la
economía. El hecho de cómo aprovechamos o no el poder económico para nuestro
beneficio.
Tuvo una vasta trayectoria de vida en la que dedicó la
mayor parte de su tiempo a
investigar e incursionar en el mundo de la docencia, carrera que aún
ejerce, y poco después dedicó parte de su tiempo a escribir libros que tuvieron
una mención como el famoso “Pensar rápido”.
De este último salen las más celebres frases que merecen
que las recordemos, ya que inspiraron a muchas personas influyentes.
Grandes
pensamientos de Daniel kahneman
Nada
es lo que parece, la mente engaña o exagera todo: siempre vemos las
cosas como no son realmente, solemos verle siempre el lado malo a todo cuando nos imaginamos una
situación, nunca vemos lo
positivo.
Solo
depender de lo que creemos: Aferrarnos solo en confiar en lo que creemos, suele
ser un conflicto, ya que no vemos ni confiamos lo que no creemos, nos
segamos solo en ver lo que queremos.
Tendemos
a ser muy susceptibles a las presiones: nos cuesta actuar bajo presión, casi ningún ser
humano es productivo al 100% cuando actúa bajo presión. Tienden a ser más violentos e irritables si no se
sienten en confort.
No
hay peor ciego, que el que no quiere ver: Muchas veces preferimos
hacernos de la vista gorda a los problemas, que hacerle frente y encáralos como
adultos que somos.
Prepara a alguien para que aprenda a tomar decisiones, es la mejor manera de garantizar
que no cometerá errores en el futuro.
El
perder lo preciado es una sensación más intensa, que la de lograr alcanzar una
meta, muchas veces
no asimilamos bien la pérdida de lo que más amamos.
Cuando
hacemos cosas incorrectas, la culpa recae en nuestros pensamientos y nos
recuerdan en cada momento la culpa que sentimos por no seguir un mejor camino a
la redención.
La
inteligencia no es solo la capacidad de razonar; es también la capacidad de encontrar
material relevante en la memoria y enfocar la atención cuando se necesita.
Una
forma confiable de hacer creer a la gente en las falsedades es la repetición
frecuente, porque la familiaridad no se distingue fácilmente de la
verdad.
El
mundo tiene mucho menos sentido de lo que piensas. La coherencia
proviene principalmente de la forma en que funciona tu mente.
La
ilusión de que entendemos el pasado fomenta el exceso de confianza en nuestra
capacidad de predecir el futuro.
No
podemos suponer que nuestros juicios sean un buen conjunto de bloques
sólidamente estructurados, sobre los cuales basar nuestras decisiones, porque los juicios mismos pueden
ser defectuosos
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