Esta es
la historia de un sábado
de no
importa que mesY de un hombre sentado al piano
de no importa que viejo café.
Toma el vaso y le tiemblan las manos
apestando entre humo y sudory se agarra a su tabla de náufrago
volviendo a su eterna canción
Toca otra vez viejo perdedor
haces que me sienta bienes tan triste la noche que tu canción
sabe a derrota y a miel
Cada
vez que el espejo de la pared
le
devuelve más joven la pielse le encienden los ojos y su niñez
viene a tocar junto a él
Pero siempre hay borrachos con babas
que le recuerdan quién fue
el más joven maestro al piano
vencido por una mujer
Ella siempre temió echar raíces
que pudieran sus alas cortary en la jaula metida, la vida se le iba
y quiso sus fuerzas probar
No lamenta que dé malos pasos
aunque nunca desea su mal
Pero a ratos con furia golpea el piano
y hay algunos que le han visto llorar
Toca otra vez viejo perdedor
haces que me sienta bien
es tan triste la noche que tu canción
sabe a derrota y a miel
El micrófono huele a cerveza
y el calor se podría cortar
solitarios oscuros buscando pareja
apurándose un sábado más
Hay un hombre aferrado a un piano
la emoción empapada en alcohol
y una voz que le dice: "pareces cansado"
y aún no ha salido ni el Sol
Toca
otra vez viejo perdedor
haces
que me sienta bien
es tan
triste la noche que tu canción
sabe a
derrota y a miel
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