Por mucho afán que tengas…, es mejor
esperar en el semáforo que arriesgarse a cruzarlo en rojo. Así mismo, es mejor tomarse el tiempo para hacer bien tu trabajo antes
que correr y hacerlo mal.
Antes
de continuar corriendo en tu vida, valora el momento que vives ahora. No renuncies a experimentar el
presente por tratar de alcanzar más rápidamente el futuro.
Tu tiempo se va agotando y por tanto no
lo puedes desperdiciar.
Siempre tienes mas oportunidades valiosas, antes que ponerte a correr.
Dios
te ha dado la vida, pero el valor de cada momento no depende de lo que hagas, o
de dónde te encuentres, o de la actividad que desarrollas…, el valor de tu vida es algo que
tu decides en cada momento.
Si
tienes mucha prisa por llegar a otro sitio…, pierdes la capacidad de disfrutar lo que haces... Mejor reduce la velocidad y
comienza a dale calidad real a tu vida. Esa riqueza de vivir el momento es
algo que está dentro de ti.
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