Todo el mundo tiene la habilidad de ser
creativo y esa habilidad se puede acrecentar con dedicación, ejercicios y
técnicas.
Con el
paso de los años se pierde
la frescura en la mirada de las cosas y, poco a poco, se va debilitando la creatividad.
Los principales enemigos de la
creatividad son estos:
excesiva especialización,
rutina, falta de tiempo, miedo y desconfianza.
Para
ser creativo elige
escaparte de la cárcel de lo conocido, en la que te quedas porque parece
cómoda y segura.
Da
Vinci, Beethoven, Madame Curie o Einstein no tuvieron grandes ideas al inicio, comenzaron con ideas pequeñas y
una gran confianza.
Anímate y sé creativo en todo: trabajo,
estudio, relaciones, vida íntima, deportes y tu misma fe.
Libera tu imaginación, siéntate y
escribe ideas con base en esta pregunta de los inventores: ¿Qué tal si…?
.
.
.
Tú eres creativo, créelo, ponlo en
práctica y no dejes que la rutina acabe
con tu vida.
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