Hay un rasgo principal según el experto Warren Berger en lo que él llama un “interrogador innovador”: Es preguntarte por qué algo se hace de un modo y no conformarte con la respuesta habitual: “porque siempre se ha hecho así”.
Pero no basta con preguntar por qué. Si no haces nada al respecto, solo te estás quejando.
Por ejemplo, Reed Hastings, fundador de Netflix, no se quedó en ¿por qué tengo que pagar una multa por devolver una película tarde al videoclub?
No, él se planteó posibles escenarios: ¿y si un negocio de alquiler de películas funcionará como un gimnasio?
Y llevó su idea a cabo.
El proceso no acaba ahí, porque las preguntas y sus respuestas generan su vez más preguntas.
Siguiendo con el ejemplo de Netflix, la empresa se planteó años más tarde lo siguiente: ¿Y qué tal si también producimos contenidos?
Inteligencia es hacerse preguntas a sí mismo ya otros, es buscar, explorar, cambiar, suprimir, crear.
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