Quizás
no tenga un M.B.A., pero el papa Francisco le podría enseñar un par de cosas
sobre como dirigir una empresa.
A continuación cuatro lecciones:
1.Sea
humilde.
El papa Francisco ha escrito que la humildad es una de
las cualidades más importantes que un verdadero líder debe tener. Pero no es
suficiente actuar con humildad: Francisco dice que debe ser autentico.
El
Papa se ha colocado a si mismo consistentemente al mismo nivel de sus
seguidores, y señala que líderes empresariales como la ex presidenta
ejecutiva de eBay Inc. Meg Whitman, y la ex presidenta ejecutiva de Travelocity
Michelle Peluso, han hecho
lo mismo al abandonar la oficina del jefe y sentarse en cubículos comunes y
corrientes.
"Hay
bastante margen para que los presidentes ejecutivos crezcan en humildad"
El
Papa no es anticapitalista, pero probablemente cree que los ricos podrían ser
más caritativos.
2.Tenga
una mente abierta.
El lema del papa Francisco es "primero las personas, y todo lo demás viene
después". La carrera del Papa ha consistido mucho menos en mantener a los católicos
fieles a las verdades perennes de su fe y más en servir a la gente. Por
ejemplo, aunque Papas anteriores han lavado ceremoniosamente solo los pies de
hombres cristianos, el papa Francisco ha lavado los pies tanto de hombres como de mujeres de
distintas creencias.
El
Papa se ha negado a juzgar a personas que de otra manera habrían sido
rechazadas por la Iglesia, incluyendo la comunidad LGBT. Indica que los buenos líderes no hablan con
altanería con sus seguidores, sino que entablan un diálogo abierto:
"Es
importante, dice Francisco, no transmitir un monólogo al hablar con su gente y
tomar en cuenta la naturaleza cambiante de nuestra cultura".
3.No
puede hacerlo todo desde su escritorio.
El papa Francisco piensa que la Iglesia debería dirigirse como un hospital de
campaña, lo que implica que los líderes no pueden permanecer inactivos y sólo dictar órdenes desde
el altar.
"No quiere burócratas". De manera similar, los grandes empresarios pasan
tiempo en el mundo real para conocer a sus clientes. Además, los grandes gerentes
descentralizan el proceso de toma de decisiones, evitan la microgestión y confían en que sus empleados
harán bien su trabajo.
4.No
permita que los fracasos lo depriman.
En un gesto que sorprendió a muchos, el papa Francisco
hizo su propia confesión este año antes de escuchar las confesiones de otros, reconociendo que el también
comete errores. Con respecto a las gestiones por los escándalos de abuso
sexual de menores que enfrenta la Iglesia, el papa Francisco ha aprendido "que esquivar la
adversidad raramente funciona".
"Obsesionarse
con heridas del pasado no le ayudará en el futuro. Para ser líder de la magnitud
del papa Francisco, uno debe reconocer que algunas veces flaqueará, y que los
errores son aceptables siempre y cuando puedan aportar a futuros triunfos".
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