Tomos
Roberts es un artista británico dedicado a la poesía oral que desde el
principio de la crisis del coronavirus se ha propuesto ayudar con mensajes constructivos
que permitan a la sociedad afrontar la tragedia y encontrar la luz al final del
túnel.
Su
último vídeo se ha convertido en un fenómenos viral. Utiliza un lenguaje
poético y en verso y una puesta en escena sencilla para conectar con el espectador.
Se
llama “The Great Realisation”, algo así como el gran descubrimiento y en
él utiliza a un padre y a su hijo para reflexionar sobre la pandemia del
coronavirus. La escena ocurre
en el futuro cuando un niño está a punto de dormir y pide a su padre que le lea
su cuento favorito.
Resulta que la historia trata sobre cómo el covid-19 fue una tragedia que, a
pesar de todo el dolor que causó, también permitió que la Humanidad reflexionar
sobre lo que hacía mal y en qué podía mejorar.
HIJO:
"¡Cuéntame el del virus otra vez! Y me voy a la cama".
PADRE: "Pero cariño debe estar ya muy cansado".
HIJO: "¡Por favor papá, es mi favorito!. ¡Lo
prometo, sólo una vez más!".
PADRE: "De acuerdo, acurrúcate “peque”
La
historia comienza en un mundo en el que yo habité una vez. Era un mundo de
gasto y deseos, de pobreza y abundancia. Mucho antes de que comprendiéramos lo
que iba a traernos el 2020 las personas hacían negocios globalmente, cruzando
fronteras... Pero todo crecía mucho más de lo que nunca pudimos planear.
Siempre conseguíamos lo que queríamos muy rápido. Podías
tener cualquier cosa que soñaras en un día y sólo con un "click". Las familias dejaron de hablarse
entre sí, dejaron de hablar. Todo perdió su significado y el equilibrio se
rompió.
Los miradas de los niños se cuadricularon, cada uno con su teléfono móvil.
Utilizaban filtros para eliminar imperfecciones pero se sentían solos. Los
cielos se hicieron densos hasta
impedir que viéramos las estrellas. Volábamos en aviones para
encontrarlas mientras abajo llenábamos
los coches y conducíamos todo el día en círculos.
Y olvidamos cómo correr, cambiamos la hierba por el
asfalto haciendo los parques más pequeños hasta que desaparecieron. Llenamos el mar de plástico
porque nadie puso límites a la basura. Hasta que cada día, cuando
pescabas, encontrabas a peces “envueltos” en plástico
Y mientras bebíamos, fumábamos y jugábamos nuestros líderes nos enseñaban
por qué era más conveniente morir que enfadar a los lobbies. Pero en
2.020 apareció un nuevo virus...
Los
gobiernos reaccionaron y nos pidieron que nos confináramos. Mientras
estábamos confinados y atemorizados las personas desempolvaron instintos,
recordaron cómo sonreír, empezaron a aplaudir para dar las gracias y a llamar a
sus madres.
Mientras
las llaves de los coches se llenaban de polvo desearon salir a correr. A
medida que el cielo se
vaciaba de viajeros la
tierra empezó a respirar. Las playas recuperaron vidas que devolvieron al mar.
Hubo quien empezó a bailar, otros a cantar o a hacer
repostería. Nos fuimos
habituando a las malas noticias pero las buenas estaban por llegar.
Cuando encontramos la cura y pudimos salir al exterior preferimos el mundo que
encontramos y no el que habíamos dejado atrás.
Los
viejos hábitos se extinguieron y dejaron espacio a los nuevos.
Apreciamos mucho más cualquier simple gesto de amabilidad
HIJO ¿Pero por qué un virus nos tuvo que enseñar de nuevo
a estar juntos?
PADRE
A veces cariño tienes que enfermar para luego sentirte mejor. Ahora
túmbate y sueña con mañana y con todas las cosas que podemos hacer.
¿Quién
sabe? si lo sueñas con mucha fuerza, quizás se hagan realidad. Ahora lo
llamamos "El Gran
Descubrimiento" y sí, desde entonces ha habido muchos, pero esta es la
historia de cómo empezó y por qué...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios