En un
acróstico acomoda así las letras de la palabra suerte: “Saber Utilizar tu Energía para Realizar un
Trabajo Excelente”.
La suerte te la creas tú con cada
acción y no cae
del cielo como un regalo sin que te comprometas.
Piénsalo
bien y verás que tu suerte
depende del modo como tratas a la gente y asumes la realidad.
Suerte es la suma de sacrificio, unión, entusiasmo, responsabilidad,
trabajo y esperanza.
Mientras más trabajas con
responsabilidad y entusiasmo, más buena suerte tienes.
Buena suerte es entregarte de lleno,
apasionarte por tus sueños y dar lo mejor, es asumir tu responsabilidad y
perseverar.
En
suma, solo el ingenuo cree
que la buena suerte lleva al éxito sin disciplina, sin tenacidad y sin
confianza.
¿Por
qué? Porque la buena y la
mala suerte dependen de una buena o una mala conducta.
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