· Si el caballo no sube, el burro mucho menos.
· El que la sigue, la consigue.
· Tal es la suerte de todo libro prestado: que es perdido a veces y siempre estropeado.
· La esperanza es lo último que se pierde.
· Se hizo el chivo loco.
· Dinero que el naipe ha traído, hoy venido y mañana ido.
· Amigo reconciliado, enemigo doblado.
· A la mujer por lo que valga, no por lo que traiga.
· Manos que trabajan, no son manos, sino alhajas.
· La mala fe, no pare hembra.
· Quien ríe el último, ríe dos veces.
· La culebra se mata por la cabeza.
· Tienes la razón, pero vas preso.
· Bien guisa la moza, pero mejor la bolsa.
· Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.
· Años de nones, muchos montones.
· Entre bueyes no hay cornadas.
· Al saber le llaman suerte.
· Amor, viento y ventura, poco dura.
· Barriga llena, corazón contento.
· El huésped y el pez, a los tres días hieden.
· Quien no conoce a Dios, dondequiera se anda hincando.
· Entre todos la mataron y ella sola se murió.
· Un clavo saca a otro clavo.
· Uno levanta la caza y otro la mata.
· Mucho tilín tilín y nada de paleta.
· Muerto el perro, se acaba la rabia.
· A nuevos hechos, nuevos consejos.
· Cuando tu competidor sea arrogante pídele consejos.
· Piensa mal y acertarás, aunque alguna vez te equivocaras.
· Cada uno es dueño de su miedo.
· Una cosa rara sucedió en la muerte de mi tía: que un rato antes de morir aún vivía.
· Oros son triunfos.
· El hombre después que le roban, pone candado.
· Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie.
· La caridad empieza por casa.
· La mesa pobre es madre de la salud rica.
· Te cierran una puerta y te abren diez.
· Tiene una mala salud de hierro.
· Al que nace pa´ tamal, del cielo le caen las hojas.
· Comida que mucho hierve, sabor pierde.
· Al potro y al niño, con cariño.
· Bueno y barato, no caben en un zapato.
· No hay refrán que no sea verdadero.
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