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El que a hierro mata, a hierro muere.
· El amo imprudente, hace al mozo negligente. El amo no siempre tiene razón, pero es el amo.
· La mujer como la vaca, se busca por la raza.
· No tientes al diablo que lo veras venir.
· Bien está San Pedro en Roma.
· Es mejor callar que con tontos hablar.
· En arca abierta, hasta el justo peca.
· Ciento que hice, a todos satisface; pero una que erré, y todas las cagué.
· El mayor desprecio, es no hacer aprecio.
· Pájaro vuela a la cazuela.
· No hay mayor beata que una p*t* arrepentida.
· Nadie regala duros a cuatro pesetas. (En España, cinco pesetas es un duro.)
· Del que tiene dinero, suenan bien hasta los pedos.
· Pobre porfiado, saca mendrugo. Pobreza no es vileza.
· Amor de lejos, amor del pendejo
· Date prisa, pero no corras.
· De casta le viene al galgo ser rabilargo.
· Es como el maestro Ciruela, que no sabe leer y pone escuela.
· Quien con el viejo burló, primero río y luego lloro.
· Del cuero sale la correa.
· Perro huevero, aunque le quemen el hocico, sigue comiendo huevo.
· Lo que va viene.
· Lo que no ocurre en un año, ocurre en un rato.
· Uno coge la liebre en el prado, y otro la coge en el plato.
· Quien te conoció ciruelo y ahora te ve guindo.
· Frente al ahorcado, no se menciona lazo.
· Una gota de sangre vale más que cien litros de amor.
· Si las paredes hablaran…
· La astucia del que no tiene astucia es la paciencia.
· Dos por el conejo pelean, y llega el tercero y se lo lleva.
· Quien gasta y no gana, ¿de qué comerá mañana?
· Dios castiga, pero no ha palo.
· No van lejos los de adelante, si los de atrás corren bien.
· El que guarda, siempre tiene.
· Amor y dolor son del mismo color.
· Del plato a la boca se cae la sopa.
· El amor mueve montaña.
· Lo hecho, al pecho.
· Los tropezones hacen levantar los pies.
· Trae contigo, y comerás conmigo.
· Si lo sabe Dios que lo sepa todo el mundo.
· Es el mismo perro, pero con diferente dueño.
· Cree lo que vieres y no lo que oyeres.
· El hambriento, por sorber algo, sorbe el viento.
· Mañana de niebla, tarde de paseo.
· Una lágrima puede decir más que un llanto.
· El amo imprudente, hace al mozo negligente. El amo no siempre tiene razón, pero es el amo.
· La mujer como la vaca, se busca por la raza.
· No tientes al diablo que lo veras venir.
· Bien está San Pedro en Roma.
· Es mejor callar que con tontos hablar.
· En arca abierta, hasta el justo peca.
· Ciento que hice, a todos satisface; pero una que erré, y todas las cagué.
· El mayor desprecio, es no hacer aprecio.
· Pájaro vuela a la cazuela.
· No hay mayor beata que una p*t* arrepentida.
· Nadie regala duros a cuatro pesetas. (En España, cinco pesetas es un duro.)
· Del que tiene dinero, suenan bien hasta los pedos.
· Pobre porfiado, saca mendrugo. Pobreza no es vileza.
· Amor de lejos, amor del pendejo
· Date prisa, pero no corras.
· De casta le viene al galgo ser rabilargo.
· Es como el maestro Ciruela, que no sabe leer y pone escuela.
· Quien con el viejo burló, primero río y luego lloro.
· Del cuero sale la correa.
· Perro huevero, aunque le quemen el hocico, sigue comiendo huevo.
· Lo que va viene.
· Lo que no ocurre en un año, ocurre en un rato.
· Uno coge la liebre en el prado, y otro la coge en el plato.
· Quien te conoció ciruelo y ahora te ve guindo.
· Frente al ahorcado, no se menciona lazo.
· Una gota de sangre vale más que cien litros de amor.
· Si las paredes hablaran…
· La astucia del que no tiene astucia es la paciencia.
· Dos por el conejo pelean, y llega el tercero y se lo lleva.
· Quien gasta y no gana, ¿de qué comerá mañana?
· Dios castiga, pero no ha palo.
· No van lejos los de adelante, si los de atrás corren bien.
· El que guarda, siempre tiene.
· Amor y dolor son del mismo color.
· Del plato a la boca se cae la sopa.
· El amor mueve montaña.
· Lo hecho, al pecho.
· Los tropezones hacen levantar los pies.
· Trae contigo, y comerás conmigo.
· Si lo sabe Dios que lo sepa todo el mundo.
· Es el mismo perro, pero con diferente dueño.
· Cree lo que vieres y no lo que oyeres.
· El hambriento, por sorber algo, sorbe el viento.
· Mañana de niebla, tarde de paseo.
· Una lágrima puede decir más que un llanto.
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