Algunos pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia
en reducir las probabilidades de tener problemas relacionados con el consumo de
alcohol
De acuerdo a la Biblioteca
Nacional de Medicina de Los Estados Unidos, para la mayoría de los adultos, el
consumo moderado de alcohol probablemente no es peligroso. Sin embargo, cerca de 18
millones de adultos en Estados Unidos tienen trastorno por el consumo de
alcohol. Esto quiere decir que sus hábitos de consumo causan angustia y daños.
Este trastorno puede ser de leve a severo, dependiendo de los síntomas. En
ocasiones, el tipo severo
es llamado alcoholismo o dependencia del alcohol.
Algunos pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia
en reducir las probabilidades de tener problemas relacionados con el consumo de
alcohol. Aquí presentamos algunas estrategias para probar. Marque
algunas para probarlas la primera semana, y agregue otras la semana siguiente.
CONTAR Y MEDIR
Conozca la medida de trago estándar, para poder contar sus tragos con precisión. Una medida de trago estándar equivale a 12 onzas de cerveza, 8 a 9 onzas de licor de malta, 5 onzas de vino de mesa ó 1.5 onzas de bebidas con 80-graduación alcoholica (40%) de contenido alcohólico. Mida los tragos que beba en su casa. Fuera de su casa, puede resultar difícil saber la cantidad de medidas de trago estándar de un trago combinado. Para llevar la cuenta, puede que necesite pedirle la receta al camarero o barman.
FIJAR METAS
Decida cuántos días por semana desea beber y cuántos tragos beberá esos días. Es una buena idea tener algunos días en los que no beba. Los bebedores con los índices de trastornos más bajos debidos al uso de alcohol permanecen entre estos límites.
PARA HOMBRES SALUDABLES HASTA 65 AÑOS DE EDAD:
No más de 4 tragos al día y no más de 14 tragos a la semana.
PARA MUJERES SALUDABLES (y hombres saludables
mayores de 65 años de edad):
No más de 3 tragos al día y no más de 7 tragos a la semana
Dependiendo de su estado de
salud, su doctor puede
recomendarle beber menos o la abstención.
IR LENTO Y ESPACIADO
Cuando beba, hágalo con calma. Hágalo de a pequeños sorbos. No beba más de un trago con alcohol por hora. Alterne “espaciadores de tragos”—tragos sin alcohol, como agua, soda o jugo—con tragos que contengan alcohol.
INCLUIR ALIMENTOS
No beba con el estómago vacío—tenga algo de comida para que el alcohol sea absorbido más lentamente por su organismo.
EVITAR “DISPARADORES”
Qué dispara su impulso de beber? Si ciertas personas o lugares lo llevan a beber aún cuando usted no desea hacerlo, trate de evitarlos. Si ciertas actividades, horarios del día o sentimientos disparan el impulso, planifique lo que hará en lugar de beber. Si beber en su casa es un problema, tenga poco alcohol allí, o nada.
PLANIFICAR PARA CONTROLAR LOS IMPULSOS
Cuando lo ataque un impulso, tenga en cuenta estas opciones: recuerde sus motivos para cambiar; convérselo con detenimiento con alguna persona de su confianza; o trátelo del mismo modo en que lo haría con una ola si estuviera practicando surf (“urge surf”): en lugar de luchar contra el sentimiento—y sabiendo que pronto alcanzará la cresta y pasará—acéptelo y capéelo.
CONOCER SU “NO”
Es posible que le ofrezcan un trago en oportunidades en las que no desea beber. Tenga listo un educado y convincente “No, gracias”. Cuanto más rápidamente pueda decir no a estos ofrecimientos, menos propenso será a ceder. Si vacila, se estará dando tiempo para pensar excusas para aceptar.
CONSEJOS PRÁCTICOS ADICIONALES PARA DEJAR DE BEBER
Si desea dejar de beber de una vez, las últimas tres estrategias pueden ayudarlo. Además, puede que desee pedir ayuda a personas que puedan estar deseosas de ayudar, como un cónyuge o amigos no bebedores. Unirse a Alcohólicos Anónimos u otro grupo de ayuda mutua es una forma de adquirir una red de amigos que han encontrado formas de vivir sin alcohol. Si usted depende del alcohol y decide dejar de beber por completo, no lo haga por su propia cuenta. Para un bebedor empedernido, abandonar la bebida repentinamente puede provocar serios daños colaterales, como ataques de apoplejía. Vea a un médico para planificar una recuperación sin riesgos.
Conozca la medida de trago estándar, para poder contar sus tragos con precisión. Una medida de trago estándar equivale a 12 onzas de cerveza, 8 a 9 onzas de licor de malta, 5 onzas de vino de mesa ó 1.5 onzas de bebidas con 80-graduación alcoholica (40%) de contenido alcohólico. Mida los tragos que beba en su casa. Fuera de su casa, puede resultar difícil saber la cantidad de medidas de trago estándar de un trago combinado. Para llevar la cuenta, puede que necesite pedirle la receta al camarero o barman.
Decida cuántos días por semana desea beber y cuántos tragos beberá esos días. Es una buena idea tener algunos días en los que no beba. Los bebedores con los índices de trastornos más bajos debidos al uso de alcohol permanecen entre estos límites.
No más de 4 tragos al día y no más de 14 tragos a la semana.
No más de 3 tragos al día y no más de 7 tragos a la semana
Cuando beba, hágalo con calma. Hágalo de a pequeños sorbos. No beba más de un trago con alcohol por hora. Alterne “espaciadores de tragos”—tragos sin alcohol, como agua, soda o jugo—con tragos que contengan alcohol.
No beba con el estómago vacío—tenga algo de comida para que el alcohol sea absorbido más lentamente por su organismo.
Qué dispara su impulso de beber? Si ciertas personas o lugares lo llevan a beber aún cuando usted no desea hacerlo, trate de evitarlos. Si ciertas actividades, horarios del día o sentimientos disparan el impulso, planifique lo que hará en lugar de beber. Si beber en su casa es un problema, tenga poco alcohol allí, o nada.
Cuando lo ataque un impulso, tenga en cuenta estas opciones: recuerde sus motivos para cambiar; convérselo con detenimiento con alguna persona de su confianza; o trátelo del mismo modo en que lo haría con una ola si estuviera practicando surf (“urge surf”): en lugar de luchar contra el sentimiento—y sabiendo que pronto alcanzará la cresta y pasará—acéptelo y capéelo.
Es posible que le ofrezcan un trago en oportunidades en las que no desea beber. Tenga listo un educado y convincente “No, gracias”. Cuanto más rápidamente pueda decir no a estos ofrecimientos, menos propenso será a ceder. Si vacila, se estará dando tiempo para pensar excusas para aceptar.
Si desea dejar de beber de una vez, las últimas tres estrategias pueden ayudarlo. Además, puede que desee pedir ayuda a personas que puedan estar deseosas de ayudar, como un cónyuge o amigos no bebedores. Unirse a Alcohólicos Anónimos u otro grupo de ayuda mutua es una forma de adquirir una red de amigos que han encontrado formas de vivir sin alcohol. Si usted depende del alcohol y decide dejar de beber por completo, no lo haga por su propia cuenta. Para un bebedor empedernido, abandonar la bebida repentinamente puede provocar serios daños colaterales, como ataques de apoplejía. Vea a un médico para planificar una recuperación sin riesgos.
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