Constantemente, nuestro cuerpo emite esta
información, que otras personas pueden percibir incluso a un nivel
subconsciente, y afectar positiva o negativamente su actitud hacia nosotros.
Teniendo en mente estos aspectos, y conociendo lo que dicen de ti y su efecto
sobre otras personas, podemos controlar positivamente estas señales de nuestro
cuerpo para causar la mejor impresión.
1
Movimientos pausados.
Al
hacer cualquier movimiento, hazlo despacio y de forma pausada. No te apresures,
ni hagas movimientos repentinos.
Los
movimientos súbitos son propios de una persona reactiva, nerviosa, que no está
en control de sus emociones. Un hombre seguro de si mismo
y confiado caminará, hablará, y se moverá por el mundo a paso lento, tranquilo,
seguro de que llegará a su destino. (Tanto en el sentido literal como el figurado)
Los
movimientos repentinos son propios de un hombre que no está en control de sus
emociones
Curiosamente,
esta seguridad y tranquilidad es contagiosa. Adopta una
postura pausada y tranquila, y podrás notar como la gente a tu alrededor
pierden su ímpetu y agresividad naturales.
2
Camina decidido.
Cuando
camines, mantén la espalda erguida y la mirada hacia el frente. Nunca camines con la espalda encorvada, la mirada hacia el piso, o las
manos dentro de los bolsillos. (Si hace frío, lleva guantes)
Al caminar, no impulses los hombros hacia
adelante. Deja que sea tu cadera, y no tus hombros, quien guíe a tu cuerpo.
Esto es difícil de explicar por escrito, así que visualízalo de esta manera:
Imagina que tienes dos argollas en tu cuerpo, una en la base del cráneo, en la
primera vértebra, y otra entre los huesos de tu cadera, justo sobre las últimas
vertebras de tu columna. Ahora imagina que por cada una de esas argollas pasa
un cable, el de la cabeza jalándote hacia arriba, forzándote a mantener la
cabeza erguida y la espalda recta, y la segunda jalándote hacia el frente, en
una línea recta hacia donde te diriges.
3
Sonríe.
Muéstrale al mundo que eres una persona
relajada, que no se toma a si mismo demasiado en serio. Sonríe sinceramente y
ríe alegremente si alguien dice o hace algo gracioso. No te burles de nadie,
pero ríe con ellos.
Un hombre exitoso y satisfecho consigo mismo sonreirá
todo el tiempo. Las únicas personas que no sonríen nunca son aquellas que no
tienen ninguna razón para ser felices en sus vidas.
4
Evita movimientos involuntarios.
Comúnmente, ya sea por manía o por ansiedad,
hacemos movimientos repetitivos y sin sentido, como agitar una pierna,
tamborilear con los dedos, o golpear rítmicamente el piso con los pies.
Estos movimientos denotan ansiedad,
incomodidad, y falta de control sobre uno mismo, y por eso es mejor evitarlos o
eliminarlos del todo. Cada que te descubras a ti mismo haciendo algún
movimiento involuntario, deja de hacerlo inmediatamente y toma nota mental de
ello.
Los
movimientos nerviosos indican ansiedad y falta de control propio.
Puedes reforzar esto haciendo algún movimiento
voluntario que lo interrumpa, a manera de “anclaje”, como podría ser tronar los
dedos, o darte una palmada en el muslo, mientras te repites mentalmente
“basta”.
5
Saludo dominante.
Al
saludar al alguien, ofréceles la mano de forma decidida y segura, tu brazo
firme, la mano con los dedos abiertos, y la palma ligeramente apuntando hacia
abajo.
Sujeta firmemente la mano de tu interlocutor,
pero no aprietes con fuerza ni tan débil que parezca que no tienes fuerzas. No sacudas tu mano demasiadas
veces, un par será suficiente. Si te es posible, coloca tu mano izquierda sobre
el hombro o antebrazo de la persona que saludas.
No olvides mirarlos a los ojos, y sonreír
sinceramente mientras sacudes su mano. No sonrías falsamente, ni mantengas
demasiado tiempo la mirada o tu sonrisa, o podrá pensarse que no estás siendo
sincero.
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