Cuando ores ábrete a la aceptación
serena y la confianza firme porque ellas te dan paz y armonía interior.
Aceptar es dejar de pelear con la
realidad y asumir lo que vives serenamente como un aprendizaje.
Confiar es creer sin titubeos que todo lo puedes manejar con
Dios, con tus fuerzas y con el apoyo de los que te aman.
Hay
hermosas plegarias de aceptación y confianza, y mi predilecta es de un ser
único: Charles de Foucauld:
"Padre, me pongo en tus manos; haz
de mí lo que quieras y, sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo y todo lo acepto
con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más Padre.
Te confío mi vida y te la doy con todo
el amor de que soy capaz.
Porque yo te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque eres mi
padre".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios