En
los últimos años, la neurociencia ha avanzado a pasos agigantados. Eso no
significa que hayan descubierto la pastilla para volverse más inteligente de
golpe, pero se han multiplicado los estudios sobre el cerebro y se han
desarrollado tecnologías que permiten ver qué ocurre en su interior de un modo
muy preciso. Uno de los resultados de estos avances es que ahora sabemos
que hacernos más inteligentes está al alcance de nuestra mano. Veamos cómo:
1-
Epicatequina
Es
una sustancia (flavonol) presente en algunas plantas como el cacao y el té
verde. Se le atribuyen diversos efectos protectores y potenciadores en
el cerebro. En un estudio reciente publicado en Nature Neuroscience, un grupo
de 37 pacientes entre 50 y 69 años consumió 900 miligramos diarios durante tres
meses. Al final del estudio, la capacidad de su memoria se había equiparado a
la de personas de 30 ó 40 años. Es decir, su memoria había rejuvenecido 30 años.
Hay
que decir que no puede ingerirse tanta epicatequina a base de comer chocolate.
Tampoco a base de
infusiones de té. Por mi parte, lo que hago es tomar cápsulas de té
verde con una concentración alta de epicatequina (EGCG).
2-
Cafeína
Se
sabe desde hace tiempo que mejora el nivel de alerta e incrementa la actividad
cognitiva. Es como si nos permitiera mantener nuestro canal de entrada
de datos más abierto y durante más tiempo. Pero ahora se ha descubierto que, al
margen de este efecto conocido, también incrementa la memoria.
Un estudio de la Universidad Johns Hopkins ha demostrado que una dosis de 200 mg de
cafeína (equivalente a un café bien cargado) incrementa el aprendizaje
incluso tomándola después de la sesión de estudio. Por cierto, el té verde
además de epicatequina también contiene cafeína, aunque yo cubro mi dosis
diaria de cafeína con mate (el café le sienta mal a mi estómago).
3-
Actividad intelectual
Podríamos decirlo de otro modo: Menos pantalla y más lectura. Ver la TV
supone una actividad cerebral mucho más reducida que leer una novela. Por una
característica de nuestro cerebro llamada plasticidad neuronal, la actividad
intelectual hace que las conexiones entre las neuronas (las sinapsis) se
refuercen e incluso que se establezcan nuevas sinapsis. Por el contrario, las
conexiones con poca actividad se debilitan y pueden desaparecer.
Por
cierto, los juegos de entrenamiento cognitivo (Brain training, etc.) sólo
producen una mejora de la habilidad específica entrenada, que no se
extrapola a otras facultades ni suponen un incremento de la capacidad
intelectual general.
4-
Ejercicio físico
En estudios con ratones se comprobó que el ejercicio físico aumentaba el
tamaño de una estructura del cerebro llamada hipocampo, y eso mejoró su
memoria y su velocidad de aprendizaje respecto a otro grupo de ratones que no
hizo ejercicio.
También se ha demostrado, en este caso con humanos, que el ejercicio físico mejora
el estado de ánimo; así que si quieres ser más inteligente, y más feliz,
haz ejercicio 😉
5-
Contacto social
Una
manera muy efectiva de estimular el cerebro es mediante el contacto social
(real, no virtual). Esto es debido a que los contactos sociales tienen
un alto componente de imprevisibilidad. No puedes saber qué van a hacer o decir
exactamente las personas que te rodean, y cualquier cosa que hagas o digas
puede producir alguna reacción. El contacto social exige al cerebro mantener un cierto nivel de
atención, estar alerta. En una situación social, el cerebro, de un modo
instintivo, permanece bastante activo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios