No estoy seguro de quién lo dijo
primero, pero estoy de acuerdo con el sentimiento: “Una crisis es algo
demasiado terrible como para desperdiciarla”.
Todos estamos luchando por darle
sentido a la crisis financiera,
que se ha esparcido por
todo el mundo, y así aprender algunas lecciones que nos guiarán a medida
que sigamos avanzando. Una de mis preocupaciones es que muchos de nosotros
aprendamos las lecciones erróneas, puntualmente, que nos volvamos demasiado conservadores y reacios al
riesgo, y que aprendamos
a temerle a la creatividad en lugar de adoptarla.
Hace
poco, en una larga entrevista en televisión, Buffet impartió una clase
magistral sobre cómo el mundo se metió en este lío financiero.
Durante
la conversación, el entrevistador le planteó la pregunta que está en la mente
de todos nosotros: “¿Acaso
las personas inteligentes deberían haber sido más precavidas?”. Por
supuesto que sí, contestó Buffet, pero existe una “progresión natural”, de una
idea buena que se va transformando en una idea mala. Él se refirió a esta
progresión como las “tres I”. Primero vienen los innovadores, quienes ven oportunidades que otros no. Luego,
vienen los imitadores,
quienes copian lo que han hecho los innovadores. Y al final, vienen los idiotas,
cuya avaricia deshace las mismas innovaciones que están tratando de usar
para hacerse ricos.
En
otras palabras, el problema no dice relación con la innovación, sino con la
idiotez que viene a continuación. Entonces, nosotros, como individuos (y como
empresas y sociedades), ¿cómo
podemos seguir abrazando los efectos positivos en la creación de valor
por medio de la creatividad mientras nos protegemos de las desventajas de la
imitación que destruyen ese valor? Me
parece que la respuesta más bien responde a un tema valórico y a la capacidad de distinguir entre
lo que es inteligente de lo que es conveniente. Y eso implica disciplina.
¿Puede
usted distinguir entre una innovación genuina y una imitación sin sentido?
¿Está usted preparado para abandonar ideas que prometen generar dinero, incluso
si no tienen sentido?
Esto
no es fácil de hacer, razón por la cual muchos de nosotros somos víctimas de
tantas ideas malas. “Las
personas no se vuelven más inteligentes cuando se enfrentan a hechos que tienen
que ver básicamente con la avaricia”, le dijo Warren Buffett a su
entrevistador. "Usted
no puede tolerar ver cómo su vecino se hace rico. Usted sabe que es más
inteligente que él, pero él está haciendo todas estas cosas [insensatas], y se
está haciendo rico…por lo que muy pronto usted comienza a hacer lo mismo”.
Andrew
Oswald, un profesor de ciencias económicas de University of Warwick, tiene una
forma más poética para plantear lo mismo. Oswald es un pionero en un campo que
puede se llamado “economía
de la felicidad”, que estudia la interacción entre el dinero y la satisfacción humana.
Su trabajo académico riguroso confirma el consejo que escuchamos en nuestras
parroquias y de nuestros psiquiatras: es posible que la búsqueda incesante de riqueza llene sus
cuentas bancarias, pero lo dejará vacío como ser humano.
"La maldición de la humanidad es
que la gente se siente obligada a mirar el jardín del vecino”, le dijo el profesor Warwick
a mi colega Polly LaBarre hace un tiempo. “La felicidad y la autoestima dependen de la clase social
y del ingreso relativo. El relativismo nos consume. Si su vecino conduce
un Lexus nuevo y usted todavía está manejando el Toyota con el cual estaba
completamente satisfecho hasta ayer, usted comienza a sentirse
insatisfecho”.
En
consecuencia, no debe usar
la crisis financiera como una excusa para dejar de lado oportunidades o reducir
sus ambiciones. Pero sí debe usarla como una posibilidad para tomar conciencia
de lo que realmente importa y, para dejar de mirar el jardín de su vecino.
COMENTARIOS
En el
centro de la crisis mundial más
que un problema financiero, se esconde un deterioro profundo de valores
fundamentales que algunos llaman ética y eso no se aprende en la
universidad, se lleva en el ADN de los pueblos, empresas, gobiernos....... 2+2
suman cuatro, pero sigamos pensando que suman cinco o diez en las bolsas y
dentro de muy poco tiempo habremos dejado sin funciones al dinero.
Evidentemente,
no podemos deshacernos de nuestra condición humana. Ya sea que le llamemos
"condición" o "maldición", tendremos que vivir con esto y
en realidad lo hemos venido haciendo; siempre hubo innovadores, imitadores e
"idiotas", o ¿Uds. creen que en las anteriores crisis, no hubieron
estos mismos personajes?; estoy seguro que debemos hacer dos cosas: primero,
seguir conviviendo con las crisis que se vendrán y segundo, seguir aprendiendo
de los errores para seguir innovando. Recuerden, lo único constante es el "cambio"...
La envidia nos puede corroer y por lo tanto nos puede
paralizar, en lugar de analizar y actuar para obtener soluciones.
También
cuando se refiere a la avaricia se interpreta cómo esas personas que satisfacen lo económico pero
dejan a un lado su salud y los sentimientos hacia sí mismos y hacia otras
personas. Y tienen individuos ("idiotas") rondándolos para ver
como les "extraen" sus ideas, bienes o dinero.
Hay
que recordar un viejo refrán que dice: " En arca abierta, el justo
peca". Por lo tanto, deben de existir leyes que regulen estas actividades,
sin perder la flexibilidad.
Es
extraño y paradójico, todos los aquí presentes desde su opinión sobre el tema
coincidimos en la esencia de la "condición humana". NO ES SÓLO un
problema de inteligencia; más bien es la inteligencia al servicio de que: del
bien o del mal. Por lo cual las
referencias apuntan a incumplimiento de reglas éticas y morales.
Estamos
en manos de falsos líderes, improvisados empresarios y aprendices de brujos,
que manejan la avaricia de una manada de idiotas, que buscan dinero fácil.
Siempre habrá innovadores, como imitadores. No debemos ser idiotas útiles,
manejar nuestros instintos y saber apreciar la diferencia.
Todo
aquel que tiene ambición y busca “poder” lo busca de cualquier forma y no
podemos juzgar a nadie por la forma en que lo hace, lo que si debemos tener es criterio ético y
conciencia inteligente de lo que estamos haciendo.
Es
mejor “imitar de una manera idiota, pero inteligentemente”.
Hay
que tener siempre CONOCIMIENTO, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN CONSTANTE... para ser
superlativos en cualquier mercado donde habrán muchos Imitadores y miles de
Idiotas.
Cuándo imitamos sin innovación estamos
haciendo una copia en la que todas las partes salimos afectadas (saturamos mercados,
manoseamos el producto, etc..), los efectos permean, y en el mediano y largo
plazo perdemos.
Creo
que el mensaje sería: pensemos
en el costo-beneficio de las decisiones, con una visión amplia y
responsabilidad social; lo cual seguramente repercutirá positivamente a
largo plazo.
La inteligencia aplica solo a
cuestiones que cumplan con regalas éticas y morales, lo demás no puedo llamarle
inteligencia, ni
talento, el talento es algo valioso, lo otro no lo es.
Los inteligentes trabajan para los
ricos tontos, que hacen dinero fácil en negocios no solo turbios, sino no éticos, poco
humanos. Cuántas grandes empresas siguen existiendo a pesar del daño tan
tremendo que hacen a la humanidad, con la contaminación ambiental y que ofrecen
poca calidad de vida a sus trabajadores.
"Los
mejores líderes son capaces de guiar a su gente hacía el futuro porque práctica
la forma más antigua de investigación; observan la condición humana".
Suena
utópico, pero la solución debería ser un modelo donde se promueva la paz, la armonía
y no lo económico...
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