Señor, tú me invitas a ser paciente y a no caer en la trampa de las
salidas fáciles y repentinas.
La verdad es que un árbol demora en crecer y en dar sus frutos, y
las grandes catedrales no se hicieron en un mes.
Nadie se convierte en médico en un año y yo logro lo mejor si tengo la
paciencia del pescador.
Con la cruz de Jesús me recuerdas que el amor es exigente y
pide renuncias y una entrega total
Dios
mío, siempre estás conmigo, me iluminas, me fortaleces y
me levantas cuando voy a sucumbir
Quiero que la confianza sea mi baluarte, el
amor mi fuente de energía y la perseverancia mi buena compañera.
Tú
me das fuerzas para vencer los temores, con tu luz alejo
las sombras, con tu poder domino el desaliento.
Gracias por tu amor. Gracias por ayudarme a insistir, persistir y nunca
desistir.
Eres el amigo que nunca falla.
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